jueves, 23 de junio de 2022

"LIBERTAD PARA ASSANGE"

 


TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA REALIZADA POR MIKE WALLACE A ERICH FROMM EL 25 DE MAYOR DE 1958

«...nos fuimos por las ramas cuando nos concentramos cada vez más en producir. Ahí, creamos una división entre intelecto y emoción porque para producir una técnica moderna hay que utilizar el intelecto y hemos creado hombres que son brillantes, que son inteligentes, aunque nuestra vida emocional se ha empobrecido.......»... - Erich Fromm

MIKE WALLACE: Estamos con el Dr. Erich Fromm, uno de los psicoanalistas más influyentes en el mundo. Un hombre cuyos trabajos han sido acogidos como importantes pasos hacia adelante desde las teorías de Sigmund Freud. Hace poco, el Dr. Fromm dijo: «Nunca ha habido una sociedad mejor que la de los EEUU de 1958», pero, añade, «Si EEUU continúa en la dirección que ahora está tomando, entonces está en serio peligro de destruirse a sí misma». ¿Qué quiere decir usted con esto?

ERICH FROMM: Bueno, lo dije, por supuesto, en términos relativos. La historia del hombre hasta ahora no es como para alardear atendiendo al punto de vista de nuestras ideas. Y lo que quiero decir, es que en comparación con la mayoría de las demás sociedades, nuestra sociedad de hoy día ha conseguido cosas dignas de ser destacadas: riqueza material, más grande que cualquier otra nación, una relativa liberación de la opresión, una relativa movilidad, una difusión del arte, música ó del pensamiento, el cual es también bastante único. Así, que diría, que comparado con el siglo XIX, comparada con los momentos históricos previos, esto es una sociedad tan buena ó mejor que cualquiera que se haya podido hacer. Pero eso no significa que sea necesariamente algo bueno.

WALLACE: Bien, eso es. Al mismo tiempo usted hace esa contradictoria declaración, ya que también dijo, a principio de esta semana: «Si EEUU continúa en la dirección que está tomando, entonces está en un serio peligro de destruirse a sí misma». ¿Cómo es eso? ¿De qué forma?

FROMM: Bueno, Mr. Wallace. Yo diría, yo lo pondría generalizando, debido a que nuestro empeño en dominar la naturaleza y en producir más bienes, hace que hayamos transformado los medios en fines. Hemos querido producir más en el siglo XIX y XX para dar al hombre la posibilidad de una vida humana más digna; pero en realidad, lo que ha pasado es que la producción y el consumo se ha convertido en fines, ha dejado de ser medios para convertirse en fines, así que estamos produciendo y consumiendo como locos.

WALLACE: Bien, me gustaría captar su punto de vista, con esto de fondo. Me gustaría captar su punto de vista como psicoanalista con ejemplos concretos, ó lo que nos está sucediendo como individuos. Por ejemplo, ¿Qué diría usted que le está sucediendo al hombre, al estadounidense, en referencia al trabajo?

FROMM: Creo que su trabajo, es en gran parte, un sin sentido, ya que ya no está relacionado con el trabajo. Nos estamos convirtiendo en parte de una parte de la maquinaria total, de la maquinaria social, gobernada por una gran burocracia… y creo que el estadounidense inconscientemente odia muy a menudo su trabajo, porque se siente atrapado en él, prisionero de él, porque siente que está gastando la mayor parte de su energía en algo que no tiene sentido en sí mismo. CONTINUAR LEYENDO

lunes, 20 de junio de 2022

Kahina Bahloul, la primera mujer imam de Francia: “Quiero ser buena musulmana y también libre, por eso no llevo velo”. Por Sandra Vicente, elDiario.es, 11 de junio de 2022

Islamóloga y jurista, es fundadora de la mezquita de Fátima, un templo itinerante abierto a mujeres y hombres de cualquier credo y religión que pretende luchar contra las imposiciones del fundamentalismo

Las palabras y afirmaciones de Kahina Bahloul son contundentes, pero serenas. Haber estudiado durante años las escrituras sagradas del islam le profiere seguridad para defender sus postulados, pero sin excluir la duda o el desacuerdo de su interlocutor. Se mueve por la sala como si flotara, alta como es, envuelta en un largo vestido que le llega a los pies. Su rostro es poco expresivo, pero nada frío. Su gesto es acogedor, calmado. El mismo que se podría esperar de una ministra espiritual, porque lo es.

Lo que más podría sorprender a un ojo occidental poco versado en la cultura islámica es que no lleva velo. Pero, a pesar de eso, no sólo es musulmana practicante sino que, además, es la primera mujer que se ha erigido como imam en Francia. Ha creado su propia congregación, bajo el nombre de mezquita de Fátima, un lugar de culto que acepta a mujeres y hombres por igual, sean musulmanes, judíos, cristianos o agnósticos, y los invita a compartir “la espiritualidad en un lugar que suprime las fronteras y discriminaciones patriarcales”.

Bahloul dirige la oración ante su congregación alternándose con un hombre, el filósofo Faker Korchane, en consonancia con el postulado sufí que considera que hombres y mujeres se complementan, siempre desde la igualdad y la justicia. “Las mujeres tenemos que tomar la palabra y romper el monopolio que tienen los hombres sobre la religión y el poder”, asegura Bahloul. “Tenemos que estar ahí, al frente, pero tiene que ser junto a los hombres, para recuperar el equilibro que hemos perdido”.

Esta jurista e islamóloga tiene una visión propia del islam, trabajada a través de años de estudio del Corán y que explica en su libro Mi islam, mi libertad (La Llave, 2022). Esta investigación la lleva en un viaje a través de la historia de la espiritualidad musulmana, pero también a través del patriarcado que la impregnó. “La religión es una forma de poder y, como tal, los hombres han tenido la necesidad de apropiársela. Para ello, han tergiversado la interpretación de los textos, cambiando la masculinidad tranquila por un virilismo violento, que reprime con fuerza cualquier cosa que amenace su hegemonía”.

Con estas palabras, la islamóloga se remite principalmente a Ayatolá Jomeini, líder de la Revolución Islámica que se prendió el mismo año que Bahloul llegó al mundo, un 1979 que cambiaría el curso de la historia del islam. “Jomeini es el ejemplo de virilismo, de cómo los hombres han instrumentalizado el Corán para recluir a las mujeres a través del miedo. Para imponer su poder en nombre de un dios”, explica Bahloul, con un evidente pesar en el rostro, a sabiendas de que, desde su nacimiento tendría que batallar por ser mujer, musulmana y libre.

Creciendo entre bombas

Kahina Bahloul nació en París en 1979, pero a los pocos años se mudó a la Argelia natal de su padre. Allí se reencontró con sus raíces bereberes y abrazó, junto a sus abuelos y tías, un islam “bello y tranquilo”, que nada tendría que ver con el fundamentalismo que se instalaría poco después. Bahloul llegó a conocer la Argelia de las minifaldas y las melenas al aire, pero creció en la Argelia de los hiyabs y el terrorismo.

“Cuando vi que se podían cometer crímenes y asesinatos en nombre de Alá, me alejé de la religión. Como niña, no comprendía que era una instrumentalización política. Y, como mujer, sentía que esa violencia me interpelaba directamente”, recuerda Bahloul. Pero con el paso de los años, decidió no rendirse al fundamentalismo y recuperar el islam que le había enseñado su abuelo, allá en la Cabilia argelina.

Así que se hizo defensora del islam liberal, que “tiene la misión de releer los textos sagrados, teniendo en cuenta los retos del mundo contemporáneo, y huir de la esclerosis de aquellos que nos remiten a interpretaciones de la edad media”, dice. Remitiéndose a las escrituras, Bahloul descubrió un islam no impositivo, que no reduce a las mujeres al hogar y que, por contra, les abre las puertas de las mezquitas.

Así, esta jurista se sumó a una lista de imames mujeres más larga de lo que podría parecer, pero todavía escueta, y fundó la mezquita de Fátima para agrado de muchos, pero también contrariando a otros tantos. De hecho, convertirse en guía espiritual le ha valido ser la diana de amenazas de muerte por parte del integrismo islámico. Para evitar posibles ataques, la mezquita es un lugar de culto itinerante, que se va encontrando en casas particulares, en locales cedidos e, incluso, en una parroquia católica.

Pero, a pesar de que su nombre esté en la mira, al igual que Francia está en el epicentro del terrorismo en Europa, Kahia Bahloul quita hierro al asunto, con una sonrisa ambigua que recuerda a la de la Mona Lisa. “Quienes me amenazan son gente joven que se toman por salvadores del islam patriarcal y tradicional”, asegura. “Pero se ponen detrás de una pantalla porque son cobardes y, por eso, no me preocupan”.

Lo que se esconde tras el velo

La función de un(a) imam no es sólo dirigir la oración, sino también brindar consejo espiritual a sus acólitos. Y a Bahloul le llegan dudas de todo tipo, que se cuestionan aspectos aparentemente sin sentido, pero que son la base del conservadurismo del islam (y de cualquier religión). “Me preguntan mucho sobre el matrimonio mixto. Muchas mujeres quieren entender por qué no tienen derecho, según la lectura tradicional del islam, a casare con un no musulmán”.

La tríada de monoteísmos (islam, judaísmo y cristianismo) es algo que “rasga por dentro” a Bahloul, puesto que su familia paterna es musulmana, su madre es católica y su abuela judía. Las tres grandes prácticas están en su forma de entender la espiritualidad y, precisamente por eso, esta imam antepone su libertad a su religión. Esta es una elección que ha tenido que enfrentar repetidas veces durante su vida, como mujer musulmana. La primera de ellas, relativa al velo.

“El virilismo ha impuesto el velo y ha creado una fantasía alrededor del cuerpo de la mujer, que debe ser escondido. Y nos dijo que, para ser buenas musulmanas, debíamos taparnos. Yo quería ser buena musulmana, pero también libre, por eso no llevo velo y decidí que nunca lo llevaría”, dice, profiriendo una de las pocas risas que se le escuchan, mientras se atusa la melena. Pero, tal como recuerda Bahloul, el velo no es algo único del islam, aunque el fundamentalismo así lo quiera hacer creer. “En Europa, las mujeres llevaban velo, y no por cuestiones necesariamente religiosas”, recuerda.

De hecho, originalmente el hiyab era una prenda que portaban las mujeres para significar que eran de casa noble. Tanto es así, que las mujeres esclavas iban con el torso descubierto. “Y, aún así, podían rezar sin que eso las convirtiera en malas musulmanas, según se cuenta en el Corán”, explica Bahloul. “Si ellas podían orar con los pechos al aire, nosotras podemos hacerlo con la cabeza descubierta”, resume.

Esa es una opción del empoderamiento femenino dentro del islam. La otra es portar el hiyab, pero resignificándolo. “Llevar el velo es una elección según el Corán, así que respeto a aquellas mujeres que lo usan libremente. Pero lo que sí me enerva es que haya quien hace del velo su identidad”, expresa la jurista. “La religión es una opción espiritual, que forma parte de ti, pero no te determina”, dice Bahloul.

Ahí radica la crítica que hace esta islamóloga del fundamentalismo, quien ve los textos sagrados como una guía espiritual, no una lista de requisitos y obligaciones. “Es una ayuda para buscar el bien común, la justicia y elevar el ser humano a algo superior. Por ello, creo que el Corán puede ser la mejor herramienta para luchar contra el patriarcado, siempre que las mujeres estemos dispuestas a usarlo como tal”, resume Bahloul.

domingo, 19 de junio de 2022

"JÓVENES QUE TEMEN EXPONER SU SEXUALIDAD EN CLASE". “Salir del armario puede ser una tortura, quedarse también”. Sandra Vicente en elDiario.es, 16 de junio de 2022

Cata y Martí, alumnos del instituto Vila de Gràcia

Se vieron obligadas a dejar los estudios. A alejarse de unas familias que no los apoyaban. Algunas de ellas, incluso, tuvieron que migrar en busca de una sociedad más tolerante. Esta es la historia de miles de personas trans, gays y lesbianas. Personas que “tuvieron que huir, callar o cambiar por miedo a ser lo que son”. Así lo cuenta Dubiela Agredo, mujer trans y técnica socioeducativa. “Nosotras tuvimos un camino muy difícil, pero allanado por la generación que vino antes. Ahora nos toca a nosotras luchar por las personas jóvenes, para que puedan seguir con esta estela”, asegura Agredo.

El trabajo en las aulas se rebela clave para erradicar las discriminaciones y violencias contra la comunidad LGTBI. Es por ello que Médicos del Mundo (entidad en la que trabaja Agredo), la Assemblea de Cooperació per la Pau y el Ayuntamiento de Barcelona han llevado a cabo el proyecto 'TRANSgredint la norma'. Se trata de una iniciativa que, durante dos años, ha trabajado con tres centros educativos de la ciudad.

El proyecto no se ha querido quedar en la formación y ha dado un paso más allá al instar a los alumnos a que realizaran una investigación en sus escuelas para conocer cuál es el estado de los jóvenes LGTBI en las aulas. Lo han hecho a través de unas encuestas realizadas a profesorado, alumnado y familias. En total, una muestra de 646 personas.

El resultado no es halagüeño: según los datos obtenidos, el 31% del alumnado no considera que las aulas sean un lugar seguro y teme exponer su identidad u orientación sexual. “Hay muchísima gente que sigue teniendo miedo. Quizás no a una paliza, pero sí a intimidaciones, abusos o rechazo”, opina Cata, una alumna de cuarto de la ESO del instituto Vila de Gràcia. Esta joven explica que las aulas no son el ambiente más amable para expresarse y que los compañeros e, incluso los profesores, pueden llegar a ser “hostiles”.

La lacra de la falta de formación

“Salir del armario en la escuela puede ser una tortura, pero quedarse también. Hay mucha gente que lo está pasando fatal y no sabe cómo explicar lo que siente o sufre”, añade Martí, un compañero de clase de Cata. Ambos aseguran que las vulneraciones por parte de los estudiantes “eran de esperar”. Pero lo que realmente les molesta es no sentirse acompañados por el profesorado. Uno de cada cuatro alumnos encuestados asegura que su grado de comodidad en el aula “depende mucho de qué profesor dé la clase”.

En esta línea, destaca que la mayor parte de alumnos del instituto Vila de Gràcia asegura haber sido testigo de comentarios negativos sobre el colectivo LGTBI por parte del profesorado. Pero, ante la misma pregunta, los docentes niegan haber presenciado tales actitudes. “Esto demuestra que solo dicen estas cosas ante los alumnos, mientras que delante de sus compañeros de trabajo no lo hacen”, reflexionan los alumnos del centro.

Agredo explica que muchos de estos comentarios no se hacen por LGTBIfobia explícita, sino por desconocimiento. La investigación muestra que los mismos docentes reconocen que les falta formación, pero también que hay una cierto desinterés. Esto último se confirma por el hecho de que, en los tres centros, más de la mitad del profesorado no ha accedido a responder la encuesta ni a participar de las formaciones. “Es como que no va con ellos. Lo ven como algo que hacemos nosotros mientras ellos van a almorzar”, denuncia Cata.

Agredo coincide en que falta formación entre el profesorado, pero no tiene una visión tan negativa del panorama. Apunta que la mayoría de docentes tiene ganas de mejorar. Para lograrlo, “deben ser conscientes de la importancia de su papel”, dice la técnica de Médicos del Mundo. Igualmente lo creen los alumnos, que demandan mayor acompañamiento. “Los 'profes' son los que nos tendrían que ayudar y defendernos de quienes nos atacan por ser quienes somos. Y no sentimos que nos apoyen”, asevera Martí.

Falta de espacios seguros

A pesar de que alumnos como Cata y Martí consideran “muy positivo y un gran avance” haber podido realizar esta investigación en sus escuelas, también apuntan que los resultados son bastante preocupantes. Uno de los que más inquieta a los y las jóvenes es que la mayoría de personas han respondido “no lo sé” o “sí” a la pregunta de si debería existir también un día del orgullo heterosexual. “Esto demuestra que hay mucha gente que cree que ya no hay discriminación”, se lamenta Martí. “Pero qué casualidad que, quien piensa esto, siempre es heterosexual o cis”, ironiza Cata.

Las encuestas muestran que el sufrimiento de las personas LGTBI traspasa poco a aquellas que son heterosexuales. Por ejemplo, en el instituto Emperador Carles, el 23,8% de los alumnos se sienten cohibidos por el ambiente en clase, el mismo porcentaje que asegura que hay personas asediadas en el centro. “Es decir, que nadie que no sienta vulnerados sus derechos tiene la capacidad de darse cuenta de la incomodidad de ese 28,3% de compañeros”, aseguran los alumnos de la escuela.

A pesar de eso, la “parte positiva”, según los y las autoras del informe, es que “cada vez más jóvenes se paran a reflexionar y a cuestionar los estereotipos y parámetros que la sociedad les impone”. En los tres institutos más del 50% del alumnado se ha replanteado su sexualidad, hecho que no significa necesariamente que se identifiquen con el colectivo LTGBI (solo el 13% lo hace).

Ante esa realidad creciente de jóvenes que no asumen acríticamente su heterosexualidad, cobra mucha importancia cuidar las fuentes de información que usan: Internet se rebela como la principal vía que tienen para resolver dudas sobre prácticas sexuales, orientación e identidad de género. “Esto nos preocupa, porque no podemos tener certeza absoluta de la veracidad de la información que obtenemos, ni de la capacidad de algunas compañeras para distinguir mentiras”, dicen las alumnas del instituto Emperador Carles, que añaden que “Internet debería ser complementario a la formación”.

Pero a la juventud le cuesta encontrar este acompañamiento. En las aulas no se muestran conformes con su educación sexual. Y en lo que respecta a sus casas, cerca de un 20% del alumnado dice que no son espacios en los que puedan hablar de su sexualidad. Esta cifra contrasta con las respuestas de las familias de los jóvenes, la mayoría de las cuales afirma que “actuarían con normalidad si su hijo expresara su identidad sexual”.

Así, uno de los objetivos de las comisiones de género que se han creado en estos centros es conseguir generar un ambiente seguro, que facilite protocolos para evitar agresiones y que el alumnado explore su seuxalidad e identidad de género sin temor. Por ello, han elaborado una lista de buenas prácticas que contemplan la creación de buzones de quejas, tutorías para tratar las violencias machistas o LGTBIfóbicas y, sobre todo, más formación, tanto al alumnado como al profesorado.

“Necesitamos más visibilidad, pero no una visibilidad de salir en medios en reportajes que digan que qué bien todo. Necesitamos que se cuente que nos siguen discriminando, porque lo que no se explica no existe”, resume Martí.

sábado, 18 de junio de 2022

Libro pdf: Repensando la política y la descolonización en minúscula: Reflexiones sobre la praxis feminista desde el zapatismo.


Este libro surge de los trabajos de un grupo que se autoconvocó en 2008, al que denominamos Red de Feminismos Descoloniales. El grupo original fue variando hasta llegar, a partir de 2012, a estar conformado por el núcleo que hoy presenta sus textos en esta compilación. Se trata de un grupo diverso, intergeneracional, que reúne distintas disciplinas y localidades geográficas, que comparte el interés por pensar un feminismo otro al cual llamamos descolonial, y que reconoce como fuerte referencia orientativa la propuesta zapatista de ‘otro mundo es posible’. Cada autora participa en distintos espacios de discusión en los que las reflexiones y las luchas feministas se articulan con temas como la pluralidad cultural y jurídica, la crítica a la modernidad, la ecología de saberes, la crítica epistémica descolonial, la crítica a la heteronormatividad, la crítica a la filosofía de la ciencia. Hemos sido permeadas por la presencia de las cosmovisiones mesoamericanas y amerindias, así como por las luchas campesinas y populares, las de los llamados sectores subalternos.


miércoles, 15 de junio de 2022

"EL ORIGEN NEGRO DE LAS "CHIRIGOTAS" Y EL TRÁFICO DE ESCLAVOS EN CÁDIZ"

 

1985. En el carnaval de Cádiz irrumpe con éxito un coro de 45 negros y negreros. Iban vestidos de negro y representaban a los esclavos cubanos que...

https://www.rtve.es/play/videos/telediario/raices-negras-chirigota/5513991/

martes, 14 de junio de 2022

"IDENTIDAD Y AMISTAD. Palabras para un mundo posible". Emilio Lledó, Barcelona, Taurus, 2022

Un acontecimiento muy esperado: el ensayo al que Lledó se ha dedicado durante los últimos diez años. «En la otra ladera del dolor y la desesperación se dibuja el horizonte sorprendente de la amistad». En uno de los momentos más emocionantes de la Ilíada, Príamo reclama a Aquiles el cadáver de su hijo Héctor. En el tenso diálogo entre ambos, surge un destello de humanidad y Aquiles rinde honores al héroe muerto ofreciendo hospitalidad al anciano padre. A pesar de la guerra, nos dice Emilio Lledó, Homero nos deja atisbar el horizonte de la amistad, «que acoge y sublima el dolor de la muerte». La libertad de las personas guarda una estrecha relación con la libertad de las palabras, pues implica posibilidad de pensar, posibilidad de ser. En este maravilloso ensayo, Lledó juega y conversa con los numerosos términos que la cultura griega nos ha legado, y se detiene en el de amistad, un concepto clave a la hora de explorar quiénes somos. Lo contrapone a otra noción esencial, la de identidad, hoy tan manida y viciada, que, en su origen, lejos de aludir a lo que nos diferencia, se refería a nuestra mirada humana sobre el mundo y sobre nosotros mismos, y es un componente fundamental de la democracia. Lledó rastrea ambos conceptos en las fuentes clásicas, trazando maravillosas conexiones entre ellos -así como con el resto de grandes palabras- y profundizando en sus sucesivas interpretaciones. Al hacerlo, ofrece una lúcida visión de la vida moderna. La crítica ha dicho: «Si hubiera muchos intelectuales como Lledó el nuestro sería un país bien distinto.»
 

lunes, 13 de junio de 2022

SUKAINA FARES, LA ACTIVISTA MARROQUÍ QUE AYUDA A LAS JÓVENES A EMANCIPARSE DE SU ENTORNO RELIGIOSO, SALE DEL ANONIMATO. Alejandro Luque en elDiario.es,17 de marzo de 2022

Fares, que se había mantenido hasta ahora en el anonimato, ha ayudado a docenas de jóvenes a “ser libres”: “Que el Gobierno más feminista de la historia no nos tenga en cuenta, lo vivimos como una traición”

 Sukaina Fares tine 29 años y lleva en España desde los cuatro, pero siente que ha pasado casi toda su vida en un limbo, en tierra de nadie. Podía haber sido una de tantas chicas de familias musulmanas que viven una doble vida, pero empezó a rebelarse contra las imposiciones religiosas y logró emanciparse, aunque pagó un alto precio por ello. Hoy ayuda a otras chicas en una situación similar a escapar de situaciones que pueden llegar a convertirse en una pesadilla.

Fares ha contado su experiencia en el foro Voces de ida y vuelta. Mujer, Magreb, Islam que se celebra hasta este viernes en Granada organizado por el Observatorio Wassyla Tamzali en colaboración con la Fundación Euroárabe y la Cátedra de Estudios de Género. Junto a la activista, han intervenido en las distintas sesiones voces como los escritores Najat El Hachmi, Mohamed El Morabet o Mimunt Hamido Yahia, la profesora Lola Varela, la ingeniera Kenza Hazeb o la antropóloga Karima Itahriouan, entre otros.

El pecado de la adolescente Sukaina Fares no era otro que “no querer rezar ni hacer Ramadán, querer salir con mis amigas y vestir de una determinada manera. No me gustaría que se confundiera con el libertinaje, porque quienes nos critican suelen apelar a que queremos fornicar o beber. No era eso. Se trataba de decidir por mí misma, sin someterme a ningún dogma”, subraya.

A veces, son simples detalles los que marcan el camino: “Te das cuenta de que no sabes nadar, por ejemplo, o que jamás te has ido de colonias, como otras chicas”. Y ella quería ser como las demás. La respuesta familiar fue un insoportable despliegue de violencia “por no plegarme a ser una buena musulmana, algo que en nuestros contextos se relaciona directamente con ser buena hija”.

Ruptura con todo

Hasta siete veces acudió a comisaría buscando ayuda, pero invariablemente le indicaban que lo único que podía hacer era denunciar a su familia, con todo lo que ello comportaba. “Para esos casos no hay mediación, no hay solución. El castigo emocional que te infliges a ti misma es muy duro, porque dar ese paso equivale a romper con todo, a quedarte sola en el mundo. Si para una mujer maltratada es difícil denunciar a su pareja, ¿cómo vas a hacerlo con tu familia? Y con todo, lo hice”.

Tenía 16 años, y pasó dos en un centro de menores. No es un periodo del que guarde un recuerdo particularmente entrañable. La asistencia se limitaba a tener un techo, pero nunca recibió apoyo psicológico, orientación laboral ni nada por el estilo. “Los funcionarios y educadores de esos centros están muy quemados por los pocos recursos, porque es un modo de atender a las chicas sin más hasta que cumplen la mayoría de edad, y luego a la calle”, apunta. Lo mejor que conserva de aquel tiempo son las chicas que conoció allí, algunas con historias durísimas. “Las víctimas y las verdugas estaban mezcladas”, evoca.

Fares creció entre dos rechazos: el del racismo que sufren los inmigrantes magrebíes, y el que la comunidad musulmana reserva a quienes renuncian a la fe. Sin embargo, logró salir adelante y ganarse la vida, y un buen día pensó que quería devolver la ayuda que había recibido y compartir lo que había aprendido. Y para ello no tenía más que las redes sociales. “Empecé a explicar cosas, a escribir sobre virginidad, homosexualidad, Ramadán. Al principio de un modo más intuitivo, luego dando forma a mis ideas con lecturas de Nawal El Saadawi, Gerda Lener o Wassyla Tamzali. Poco a poco lo fui compartiendo con la gente, descubrí a otras voces con los mismos intereses y acabamos creando una red nacional con muchas chicas”.

Muy pronto comenzó a recibir mensajes de jóvenes –sobre todo inmigrantes o hijas de inmigrantes de El Magreb– que acababan de huir de sus casas, o que escapaban de matrimonios forzosos. “Piden ayuda, porque están muy perdidas. Pero sobre todo te dan las gracias porque, al leerme, no se sentían locas, ni tan solas”, comenta Fares, que ha interactuado desde 2017 con más de un centenar de jóvenes. Además de prestarles refugio y asesoramiento, Fares también las acompaña “emocionalmente, eso es lo más importante. Y cuando alguna está en la calle, hacemos lo que podemos con nuestro dinero. Son niñas que escapan con una mano delante y otra detrás, y cuando cumplen 18 años no hay una institución o ayuntamiento que las ayude”.
Vencer la culpa

La activista señala como excepción el colectivo Valentas y Acompañadas de Girona, que sí les ha prestado colaboración, y ahora quieren canalizar su actividad a través del Observatorio Wassyla Tamzali. “Muchas instituciones, por el contrario, nos tienen bloqueadas, incluyendo activistas autoproclamados antirracistas o políticos de Podemos, que nos tachan de islamófobos. Y que el Gobierno más feminista de la historia no nos tenga en cuenta es algo que vivimos como una traición. De hecho, se subvenciona a asociaciones salafistas, que nos persiguen y nos señalan”.

Entre las muchas cosas por cambiar, Fares señala como fundamental la ruptura con los tabúes sexuales: “Es un tema clave en el feminismo, y sobre todo en nuestro contexto. Debes enfrentarte a la vergüenza, a todos esos bloqueos que te pones tú misma, y disfrutar de la sexualidad sin culpa, romper con la doble moral y esa división entre las ”buenas y las putas“. Es un elemento que puede abrir muchas puertas, porque todavía nuestro honor y el de nuestra familia se basa en nuestra virginidad”.

Hasta ahora, Fares había mantenido su identidad en secreto, por miedo a ese señalamiento, que con frecuencia viene acompañado por el insulto y hasta la amenaza. “Te dicen desde que dios te va a castigar, hasta el 'sabemos dónde vives'”, afirma. Pero el encuentro de Granada ha supuesto su paso adelante. “Lo he hecho porque cada vez somos más”.

Lo que no es fácil sacudirse es el sentimiento de culpa. “¿No podías haber aguantado y haber seguido respondiendo a lo que esperaban de ti? Eso te preguntas. Pero si miro atrás, lo volvería a hacer. Soy más libre y me siento consecuente con mis ideas. No tengo ningún dios ni ningún profeta que esté por encima de lo que creo, ni que me castigue por no someterme a sus preceptos”.

viernes, 10 de junio de 2022

"PÁNICO EN LA ESCUELA. CÓMO "ABC" CARGA CONTRA LA EDUCACIÓN". Daniel Bernabé, infoLibre.es, 31 de mayo de 2022

Este pasado domingo 29 de mayo, Abc pasó de diario decano del conservadurismo a convertirse en alarma antiaérea que alertaba a sus lectores del mal inminente que se cernía sobre sus cabezas. “El credo sanchista asalta los libros de texto del próximo curso”, se leía en el único titular de portada, acompañado de un montaje con extractos de libros escolares que referían a temas como la eutanasia, el ecologismo o la inmigración. Las páginas centrales del periódico incidían en el apocalípsis, en este caso según Josefina G. Steggman, que ampliaba los males a la memoria democrática o la monarquía. Por último, el editorial, “Caudillismo en la enseñanza”, dejaba pocas dudas sobre la amenaza:

“Nunca hasta ahora un Gobierno había introducido en la enseñanza tanta propaganda oficial, tanta autocomplacencia y tanto adoctrinamiento. Y sin sutilezas. Es sanchismo a borbotones para los niños y jóvenes. Y sin sutilezas [...] Nada escapa al divismo de Sánchez y su gestión de Gobierno como eje esencial [...] Nadie hizo tan poco por la educación. Y nunca ningún presidente en democracia incurrió en este ejercicio de abuso escolar, de ventajismo político y de perversión educativa [...] un eslabón más para el secuestro intelectual de la sociedad [...] caudillismo de diseño”.

Sin sutilezas, efectivamente, nos encontramos con uno de esos ejercicios de alarmismo que, cada vez que gobierna la izquierda, surgen en torno a la educación con la palabra “adoctrinamiento” como fetiche absoluto. Uno que convendría analizar para ver no sólo que lo que se avecina sobre la educación es otro curso más, no la revolución cultural maoista, sino para entender que la enseñanza, para la derecha, es tanto herramienta de división de clases, en el terreno de lo real, como ariete ideológico dentro de sus guerras culturales.

En primer lugar hay que destacar que todo este incendio de adjetivos y exageraciones se produce sin que los libros de texto finales hayan sido aún ni siquiera comercializados, estando tan sólo en su fase de ediciones no venales dentro del propio sector editorial y educativo. Algo que parece resultar indiferente para la construcción del relato y que el propio periódico reconoce de soslayo al afirmar que la ley educativa está aterrizando en los “borradores”. Abc monta este teatro de marionetas al borde de un ataque de nervios sobre los movimientos que las editoriales lanzan a finales del curso, unas que recogen pequeños adelantos de las obras finalizadas con el objetivo de situar comercialmente sus materiales entre el profesorado.

Lo que resulta aún más llamativo es que este número especial de pánico en la escuela, que Abc llevó a los kioskos el domingo, saliera tan sólo unos días después de que en Twitter cuentas de ultraderecha la emprendieran contra uno de estos manuales de filosofía. Varios de los ejemplos señalados por el periódico coinciden exactamente con los expuestos en redes sociales, dedicando el rotativo un aparte en su reportaje contra uno de los autores del mismo manual, en el que, al más puro estilo caza de brujas, rescatan un tuit del año 2015 para averiguar sus simpatías electorales. Dejando a un lado el proceder macartista de los herederos de Luca de Tena, la imagen de postración del periodismo conservador al demencial ambiente digital de los ultras es tan triste como significativa.

Sin realizar el mismo ejercicio abyecto de indagar en la vidas de los demás por todo argumento para desacreditar su trabajo, cabe destacar que la cuenta de Twitter de la redactora de la información de las páginas centrales, Josefina G. Steggman, muestra como imagen de cabecera una foto suya con el Papa Francisco. El propio pontífice, según Vatican News, rechaza “una educación que se reduce a la transmisión de conceptos, [una] pedagogía desconectada de la realidad que desconoce el valor de las experiencias, la diversidad y el diálogo”, es decir, una visión inversa de los males que la propia periodista destaca en su escrito. Estos manuales contienen, además de los contenidos curriculares de siempre, pequeños apartados con temas de actualidad reconocibles por los jóvenes para captar su atención, una tendencia que cualquiera que conozca el ámbito editorial-educativo sabe que es generalizada antes de la propia ley Celaá.

El Mundo se sumaba a la hoguera inquisitorial el lunes 30 de mayo alertando de que los “profesores denuncian que los manuales escolares ‘infantilizan’ a los alumnos y reproducen toda la ideología del Gobierno”, además de que sus “portadas imitan carteles de festivales de rock”: terrible, sobre todo teniendo en cuenta que a los chavales no hay dios que les saque del perreo. Seamos mínimamente serios: este no es un debate en torno a los contenidos de los manuales, a su profundidad intelectual, a su adecuación a nuestros tiempos, al gusto estético de sus portadas, ni siquiera a la ardiente reivindicación de que vuelva a las manos de los escolares El Florido Pensil por todo libro de referencia educativa. Esto es simplemente una nueva guerra cultural en la que, mediante la exageración, el recorte y el collage creativo, se reducen manuales de 300 páginas a tres o cuatro ejemplos que se consideran intolerables desde el reaccionarismo más evidente.

La cuestión no es que una minoría tenga problemas con el ecologismo, el feminismo o la eutanasia, algo tan respetable como añadir piña a la pizza, el sadomasoquismo o leer el Abc, la cuestión es que se está exigiendo que la educación dé la espalda a nuestro presente y finja la inexistencia de una serie de realidades patentes. Pero sobre todo que este falso debate es sólo una herramienta más para agitar un avispero, a través de un peligro que acecha a los pobres e indefensos niños, para convertir esa minoría en una mayoría que sin ser ultra-conservadora teme porque a sus hijos les adoctrinen en la escuela. Lo cierto es que, si realizáramos el ejercicio en dirección inversa, nos encontraríamos con unos cuantos ejemplos de cómo, sobre todo en el ámbito económico, se induce a los escolares a pensar que el neoliberalismo es la única clave posible en este ámbito. Eso en la escuela pública, dejando a un lado la concertada y la privada.

Lo cierto es que estas alertas no son nuevas, a pesar de que el Abc ahora cargue a ese asustaviejas llamado “sanchismo” con el pecado original de querer instaurar la joven guardia roja en la educación española. A mediados de la década de los 2000 —sólo hace falta utilizar el propio buscador del periódico— se suceden los artículos por decenas con tres palabras clave: Zapatero, adoctrinamiento y educación. El mismo furor milenarista, la misma alarma injustificada, idéntica maniobra con los mismos protagonistas:

“La LOE es una ley estatalista e intervencionista, que no respeta el derecho constitucional a educar a nuestros hijos conforme a nuestros criterios y convicciones religiosas y morales (art. 27 CE), ni el derecho a la libre elección de centro necesario para que aquélla sea efectiva. Y al tiempo que nos priva de este derecho, pretende adoctrinar en la «moral» del Estado a nuestros hijos mediante una asignatura, Educación para la ciudadanía, para enseñarles a ser «ciudadanos políticamente correctos», según dicten los cánones del gobierno”.

Paradójicamente, como ocurre con todas las guerras culturales de la derecha, los asuntos materiales quedan en un segundo plano. Lo que hoy son libros con cuerno y rabo, hace diez años eran asépticas informaciones cuando Rajoy recortó 10.000 millones de euros en Educación y Sanidad: el adjetivo de intención pirómana se debió caer del teclado. “Wert tiene razón”, editorializaba Abc en 2012, “La difusión del proyecto de reforma educativa preparado por el Ministerio de Educación ha actuado como un elemento reactivo que ha provocado la erupción del sectarismo más rancio de la izquierda”. En 2013, cuando la comunidad educativa protagonizó unas históricas movilizaciones contra la ley educativa de Wert, Abc calificó sus argumentos de “falsos motivos”. Que aparezcan ligeras referencias a la memoria histórica, mal, que los críos estudien en barracones, como no son los nuestros, mucho mejor.

El asunto de fondo es que, mientras que perseguimos fantasmas reaccionarios, en Madrid ya casi la mitad de la educación ha sido privatizada, situándose la media del país en torno a algo menos de un 30%. Guerras culturales para enturbiar el debate público, ideología aspiracional para los pobres, negocio y elitismo para los ricos: el abc para construir la sociedad modelo de la derecha, para quebrar un sistema educativo igualitario, la mejor herramienta de nivelación social.

"NECESITAMOS UN ÉXODO DEL SIONISMO". Naomi Klein (elDiario.es 3 MAY 2024)

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