El 45% de los mayores de 65 años afirma haberse sentido discriminado por la edad. El fenómeno, tan arraigado que no suele reconocerse, se aborda ya desde la perspectiva clínica y sociológica, pero también personal. Juan Antonio, Paloma y María Eugenia son tres ejemplos de cómo derribar estos estereotipos
"No necesitamos hombres que piensen, sino bueyes que trabajen" (Juan Bravo Murillo, Ministro de Instrucción Pública). "Quienes no se mueven no notan sus cadenas" (Rosa Luxemburgo). "Ningún hombre tiene derecho a una verdad que perjudique a otro" (Benjamín Constant)
viernes, 28 de febrero de 2025
miércoles, 26 de febrero de 2025
"Y, DE PASO, UNA PIZZA". Juan José Millás, El País 21 FEB 2025
Hace falta una empresa que te envíe a domicilio a alguien que se dedique a darte la razón
Dar la razón a domicilio: he ahí un nicho de mercado sin cubrir. Hace falta una empresa que sea capaz de enviarte a casa en diez minutos a un empleado (o empleada: el genérico no llega) para darte la razón al tiempo que te arropa, para dártela y dártela hasta que te quedes dormido (o dormida). Lo deseable sería que, al tiempo de solicitar el servicio, dijeras en qué asunto o asuntos deseas llevar razón para ajustar el precio por anticipado, pues no puede costar lo mismo darte la razón en que la Tierra es plana, que está al alcance de cualquiera, que en si Dios es pura bondad, pese a la existencia de Trump, de Milei o de Isabel Díaz Ayuso y su inefable Miguel Ángel Rodríguez. Las tarifas de los teólogos, como las de las nutricionistas, están por las nubes.
Aparte de los temas típicos de las nochebuenas familiares, en los que la razón se puede vender casi al por mayor tanto a los que opinan que sí como a los que opinan que no, podría cobrarse un sobreprecio a los clientes que desearan posicionarse a favor y en contra al mismo tiempo de una cuestión cualquiera. No es que se trate de una solicitud rara, pues tales conductas están a la orden del día en nuestra época, pero compatibilizar la razón con la sinrazón requiere ciertas habilidades dialécticas que no están al alcance de todos. Resulta conveniente, pues, anticipar estos giros mentales del consumidor antes de que sucedan.
Se entiende que podríamos, asimismo, pedir que vinieran a casa a quitarnos la razón. Este sería el servicio más caro, aunque también el más arduo, pues tenemos la necesidad de llevar la razón interiorizada de tal modo que resulta imposible extirparla sin dañar los tejidos adyacentes. Ahora bien, una vez eliminada, te invade de inmediato una paz que no se puede comparar con la que produce fármaco alguno, pues no se trata tanto de provocar una ausencia de daño como de promover un contradaño. Y, de paso, que nos traigan una pizza.
martes, 25 de febrero de 2025
"ESPAÑA PSICODÉLICA". Luis García Montero, El País 17 FEB 2025
Cuando la historia democrática exige Unión Europea, brotan los nacionalismos haciendo muy difícil la unidad
Recuerdo que Rafael Alberti y Pepín Bello, cuando charlaban con una copa sobre la mesa, se ponían de pronto a cantar: “España, país psicodélico, qué gran nación cultural”. Era una canción que habían inventado con García Lorca y Buñuel en la Residencia de Estudiantes. Y es que los españoles hemos estado siempre a vueltas con España. Ortega y Gasset hizo su diagnóstico frente a la sociedad anclada de la Restauración: España es el problema y Europa la solución. Los artistas que compartían la modernización que dio lugar a la Segunda República cantaron la energía cultural respirada en su país psicodélico. Después llegó el desastre de 1936 y los españoles volvimos a ser refundados como la reserva espiritual de Occidente. Y después llegó el abrazo democrático entre Europa y España. De la fascinación por las suecas, pasamos a la libertad nacional.
Pero la historia se enreda hasta el punto de que ahora puede decirse que Europa es el problema de España. O con más exactitud, Europa es un problema porque Francia, Alemania, Italia y las otras naciones son un incordio para ella. Cuando la historia democrática exige Unión Europea, brotan los nacionalismos haciendo muy difícil la unidad. Por ejemplo: para evitar la invitación al militarismo que lanza Trump desde su butacón de emperador, más que elevar las inversiones en armamentos, sería conveniente definir un proyecto único de inversiones en un solo ejército. También sería más eficaz una política ordenada sobre la inteligencia artificial, y no grandes declaraciones nacionalistas sobre la transformación tecnológica. Hay motivos para sentirse orgullosos de una Europa que ha dejado de matarse entre sí. Resulta fácil comprender que son las identidades nacionalistas las que acaban sometiéndonos a las manos ajenas. Y defender los valores democráticos es un reto que merece la pena en el mundo de mandarines y fanáticos que se nos viene encima.
domingo, 23 de febrero de 2025
"LA PROPUESTA DE LA LIBERTAD SIN DEMOCRACIA". José María Barreda, El País 21FEB 2025
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Mikel Jaso |
En el aniversario del 23-F, la ciudadanía debe estar alerta, porque futuros golpes de Estado no se harán de una forma tan burda
El 27 de febrero de 1981, todos los partidos políticos con representación parlamentaria convocaron conjuntamente una manifestación “por la libertad, la democracia y la Constitución”. Ese era el lema de la pancarta sostenida por todos los líderes, Marcelino Camacho caminó junto a Fraga y los diputados de UCD, mientras que Felipe González anduvo al lado de Santiago Carrillo y Nicolás Redondo… Al día siguiente, EL PAÍS tituló: “La manifestación más grande de la historia de España desfiló ayer por las calles de Madrid”.
El ataque a la democracia del 23-F fue tan grave y evidente —Tejero pistola en mano en el Congreso, tanques en las calles de Valencia…— que los políticos y los ciudadanos tuvieron una clara percepción del golpe de Estado que pretendía acabar con la incipiente democracia española y se echaron a la calle para defenderla. Vieron las orejas al lobo, que llegó a aullar en la sede de la soberanía nacional.
Hoy vemos esa fecha lejana y de improbable repetición. Conocemos básicamente la “anatomía de aquel instante”, pero deberíamos reflexionar acerca de cómo son ahora los ataques a la democracia porque nos estamos acostumbrando a ellos. Podemos aplicar la fábula de la rana y el agua hirviendo: la rana salta inmediatamente y sale del agua cuando la arrojan de golpe, pero si se encuentra previamente dentro del puchero y el agua se va calentando poco a poco, la rana se mantendrá tranquila hasta que, imperceptiblemente, muere cocida. En el 23-F los partidos y la ciudadanía reaccionaron como un resorte al ataque evidente a la democracia; sin embargo, ahora hay un caldero en el que se está calentando la política y la sociedad. Convendría enfriarlo antes de que sea demasiado tarde. La enseñanza de la fábula consiste en avisar del peligro de aguantar situaciones límite durante demasiado tiempo. De ahí la importancia de hacer mucha pedagogía política y de predicar con el ejemplo de las prácticas democráticas.
Dos investigadores de Harvard, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, nos enseñaron Cómo mueren las democracias. Sabemos que ya no terminan con un golpe militar o una revolución, sino “con un leve quejido: el lento y progresivo debilitamiento de las instituciones esenciales”, como son el sistema jurídico, la prensa, el parlamento, los partidos políticos… Hoy la democracia se socava desde dentro de la democracia, utilizándola incluso para desprestigiarla. Estos autores expusieron su tesis en 2018, anticipándose a acontecimientos en EE UU y en Europa que avalan sus planteamientos.
Ha pasado casi medio siglo desde aquel golpe con estética del siglo XIX y, como es obvio, muchas cosas han cambiado. La digitalización y la globalización han modificado las reglas del juego y la sociedad es muy distinta. Sin embargo, seguimos prisioneros de otra época, aferrados a una concepción del mundo y de la vida que en gran medida ha quedado obsoleta, sin capacidad para ofrecer respuestas intelectuales y materiales a los nuevos problemas.
La célebre reflexión de Gramsci tiene toda su vigencia: “La crisis consiste en que lo viejo está muriendo y lo nuevo no acaba de nacer; en este interregno, aparecen una gran variedad de síntomas mórbidos”. Uno de los “síntomas mórbidos” actuales, es decir, una de las patologías que afectan a la democracia liberal y por ende a la socialdemocracia, son las ideas reaccionarias según las cuales sería posible, y deseable, la libertad sin democracia. CONTINUAR LEYENDO
viernes, 21 de febrero de 2025
"CADA TIEMPO TIENE SU PROPIO FASCISMO". Javier Aroca, elDiario.es 17 FEB 2025
Las señales premonitorias del fascismo están siempre a las claras del día, aunque los meticulosamente adormecidos sensores de una parte de la sociedad o los difusores de ese pensamiento totalitario lo adornen o lo camuflen detrás de la cobertura que proporciona un sistema democrático que en realidad pretenden destruir
Hay una cierta corriente de opinión que riñe por el uso del calificativo de fascista para cualquiera, cualquier político o política. Tienen razón, un fascista es un fascista y solo hay que llamar así a los que lo sean, aunque se enojen, aunque no lo quieran reconocer porque andan detrás de la mata o asolapados con sus vestimentas de demócratas. Algunos aún no saben que lo son y también conviene advertirles.
Cuando se produce este tipo de amonestaciones, normalmente se fundamentan en que el fascismo, pongamos que el nazismo alemán y el de sus alrededores, produjo tal daño a la humanidad que no conviene banalizar. Lo mismo ocurre con sus derivadas regionales; no conviene, dicen, llamar franquista a cualquiera. La historia no tiene, ciertamente, por qué repetirse, frase que nos dejó para la reflexión, Mark Twain, pero rima.
Las señales premonitorias, sin embargo, evidencian el fascismo por doquier. Decía Primo Levi que no siempre se manifiesta y no sólo impidiendo la voluntad libre de expresarse y actuar, también negando la información veraz o distorsionándola, contaminando la justicia -el ejemplo de los jueces alemanes plegados a Hitler fue un buen ejemplo-, paralizando la educación, imponiendo culturalmente la nostalgia de un mundo autoritario de soberano orden, garantizando la seguridad y los privilegios para unos pocos sobre el esfuerzo y el silencio forzoso -o sumiso-de la mayoría.
Las señales premonitorias del fascismo están siempre a las claras del día, aunque los meticulosamente adormecidos sensores de una parte de la sociedad o los difusores de ese pensamiento totalitario lo adornen o lo camuflen detrás de la cobertura que proporciona un sistema democrático que en realidad pretenden destruir.
Umberto Eco ya nos dio algunas pistas en su ensayo “Ur-Fascismo” o “El fascismo eterno”. De los catorce rasgos que definen al fascismo, según el maestro - mapa muy útil para navegar hoy por Europa y pongamos que por Madrid- tengamos en cuenta el último de los que señala, ignorado, sin embargo, de manera ingenua: “El fascismo emplea y promueve un vocabulario empobrecido para limitar el razonamiento crítico”. Negar el fascismo o restarle importancia a su avance por sus cómplices o colaboradores necesarios, a veces involuntarios, están dentro de este aviso.
Desde luego que hay en nuestros días métodos más sutiles y avanzados que los utilizados en la Alemania previa al nazismo total y el fascismo en Italia, y luego en todos los países que con entusiasmo se sumaron al liderazgo de Hitler. La hemeroteca nacional puede dar una muestra gráfica de lo dicho en ciertos medios españoles de entonces, que aún hoy no les da fatiga por lo mismo.
Si se ha seguido la visita del vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, a Europa no se puede decir que haya sido sutil, no obstante, sino a cara descubierta, desafiando la Europa democrática y de las libertades, hogaño ciertamente intimidada y con pocas ideas, apoyando abiertamente a los partidos fascistas, en este caso de forma muy concreta, a la ultraderecha nazi de Alemania.
En este capítulo de la historia, el fascismo de mayor cuantía viene de ultramar. Benjamin G. Davis, profesor emérito de Derecho en la Universidad de Toledo (Ohio), ha dirigido una carta abierta a Donald Trump de la que retengo solo unas frases de una prolija redacción sobre los desmanes internos y externos llevados a cabo por el autócrata en tan poco tiempo: “Usted prestó juramento de cumplir, cuidar y ejecutar nuestras leyes. Por el contrario, está intentando desmantelar las instituciones del gobierno federal establecidas por el Congreso no cumpliendo sus mandatos. Usted está dando un golpe, usted lo sabe y todos los americanos lo saben. Nadie lo eligió a usted como rey (soberano); usted es un administrador y no puede estar por encima de la ley”.
En un párrafo inicial, el profesor afirma abiertamente: “usted está desmantelando la Constitución y el gobierno federal”. Coincide con un mensaje en la red del citado autócrata que viene a decir que quien salva un país no incumple la ley. Si nos remontamos a los discursos de otro autócrata como Adolf Hitler, se puede comprobar la rima.
No hay que banalizar el fascismo, estimados admonitores, de acuerdo, pero conviene recordar las palabras del citado Primo Levi, antifascista italiano, víctima del holocausto en Auschwitz: “Cada tiempo de la historia tiene su propio fascismo”. En el tiempo que nos ha tocado vivir, las señales que lo anuncian son inquietantes.
miércoles, 19 de febrero de 2025
"EL LINAJE DE LOS PROFETAS". Antonio Muñoz Molina, El País 1 FEB 2025
En la historia del sacerdote francés François Ponchaud en Camboya está la triste lucha de los que quieren hacer saber la verdad sobre las tiranías
En el Antiguo Testamento los profetas no vaticinan lo que va a suceder, sino que denuncian lo que ya está sucediendo, los abusos y las injusticias contra las que solo ellos se atreven a levantar la voz. A los profetas los imaginamos desgreñados y predicando a gritos, voces roncas que claman casi siempre en el desierto. El más verdadero del último siglo, Martin Luther King Jr., sabía modular y elevar la voz con la vehemencia estremecedora de las iglesias negras del Sur, pero su dicción era siempre cultivada y precisa, y su porte el del teólogo universitario que de muy joven había deseado ser. Como en este tiempo todo lo más noble parece estar sujeto a la degradación y a la parodia, el nombre venerable de Martin Luther King lo pronuncia en vano Donald Trump, y, en el espectáculo televisivo chocarrero en que lo convierte todo, un pastor negro exento de dignidad pero no de servilismo parodia histriónicamente la oratoria y los gestos del profeta asesinado en 1968. De tanta desolación pública solo nos rescató la obispa Mariann Edgar Budde, que buscaba los pequeños ojos huidizos del aspirante a tirano del mundo mientras le decía desde el púlpito una de esas verdades que solo se atreven a enunciar los profetas, sin necesidad de levantar la voz, con ese aspecto de fragilidad engañosa, que era sobre todo indicio de una delicada fortaleza interior, con esa llana elocuencia en la que había algo del recitado exacto de un poema.
Escuchando el sermón y observando la presencia agraciada y austera de la obispa Budde, a uno le daban ganas de hacerse episcopaliano y de asistir sin falta a servicios así en las mañanas de domingo, en iglesias de desnudez protestante, tan distintas de aquellas a las que íbamos de niños “los domingos y fiestas de guardar”, decoradas con malos cuadros religiosos oscurecidos de mugre y con imágenes truculentas de cristos y santos.
En los mismos días en que la obispa Budde nos depara no sé si algo de consuelo o de esperanza ha tenido mucha menos resonancia la muerte de otro religioso que a su manera también ejerció la profecía. Era el padre François Ponchaud, sacerdote francés que había pasado gran parte de su vida en Camboya, y que ha muerto en una casa de retiro en Francia a los 85 años. En las fotos el padre Ponchaud tenía una presencia física saludable y austera, pero también animosa, como la obispa Budde. Llegó como misionero a Camboya en 1965, recién ordenado sacerdote, y en la atmósfera de cambios del Concilio Vaticano II decidió por su cuenta no decir más la misa en el latín, sino en la lengua jemer, que aprendió con la celeridad del entusiasmo. “Vine a Camboya no a convertir a nadie sino a ayudar a la gente a comprender el valor de su propia religión”. Decía que las enseñanzas de Buda y la práctica de la meditación le enseñaban a ser mejor cristiano.
Su vida contemplativa y pastoral terminó cuando en 1969 Richard Nixon y su secuaz Henry Kissinger decidieron bombardear masivamente y en secreto Camboya, que era un país neutral, con el propósito de castigar a los soldados del Vietcong y de Vietnam del Norte que se movían en las zonas fronterizas. En la primera campaña, bautizada en código Operación Menú, y en el curso de unos pocos meses, fortalezas volantes B-52 lanzaron 108.000 toneladas de bombas sobre un país selvático y agrario poco mayor que las dos Castillas juntas. Tres años más tarde, en 1973, los estrategas del Pentágono dieron con otro nombre ingenioso para una nueva operación: ahora se llamaba Freedom Deal, y en ella se lanzaron 250.000 toneladas de bombas. En total, algo más de 500.000 toneladas cayeron sobre Camboya hasta el final de una guerra que teóricamente sucedía en el país de al lado. Las cifras en crudo dicen poco: Estados Unidos lanzó sobre Camboya la mitad de las bombas que había lanzado sobre Alemania entre 1942 y 1945.
Durante muchos años el padre Ponchaud pidió que se juzgara a Henry Kissinger por crímenes de guerra. Y también cargó sobre él y sobre Richard Nixon una parte grande de la responsabilidad por la siguiente tragedia colectiva que se abatió sobre Camboya, el régimen de los Jemeres Rojos. Fueron los desastres provocados por tantos bombardeos, la disgregación social, la furia contra los agresores, lo que alimentó la popularidad y facilitó el camino para que esa guerrilla comunista tomara el poder en 1975 y hundiera al país en un abismo inconcebible de terror y miseria. En los años de los bombardeos estadounidenses se calcula que murieron unas 300.000 personas. Entre 1975 y 1979, el régimen encabezado por Pol Pot exterminó a costa de hambre programada y matanzas metódicas a casi dos millones, en un país de siete millones de personas. CONTINUAR LEYENDO
lunes, 17 de febrero de 2025
"PARA LA IZQUIERDA DELITOS, PARA LA DERECHA DERECHOS". Antonio Maestre, elDiario.es 15 FEB 2025
El problema no es que se fiscalice al hermano de Sánchez o a su esposa, eso es lo que tendría que hacerse siempre, esa es la clave, siempre. Pero la conclusión que solo queda sacar es que hay hechos que para la izquierda son delitos que para la derecha son derechos. Y eso sin que se haya certificado en caso alguno que haya algún delito en lo investigado
Los enchufes existen, por desgracia. No hablamos de puestos de asesores de libre discrecionalidad, sino enchufes de familiares, nepotismo, en plazas a las que debería poder aspirar en igualdad de condiciones cualquier ciudadano. Imaginemos que el asunto del hermano de Pedro Sánchez es un caso flagrante de plaza convocada ad hoc y que se manipuló todo el proceso para que fuera él el elegido. No me extrañaría que algo así ocurriera porque sucede cada día en ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas y sería una gran noticia que la justicia de este país comience a perseguir los tratos de favor de las administraciones públicas con los familiares de quienes ostentan el poder. Pero eso no ocurre ni ocurrirá porque sería una catarsis de dimensiones solo comparables al hecho de devolver el patrimonio robado en el franquismo por las familias “bien”.
Investigar judicialmente que una administración cree una plaza o un puesto para colocar a alguien determinado solo en el caso del hermano de Pedro Sánchez es una broma de mal gusto en un país donde Isabel Díaz Ayuso creó la Oficina del español solo para ponerle a Toni Cantó el cargo de director general con más de 75.000 euros al año. La broma alcanza dimensiones incalculables cuando la misma Ayuso acabó cerrando la ocurrencia en cuanto Toni Cantó abandonó el chiringuito. Pero no es el único que ha disfrutado de estos regalos con nuestro dinero. Esperanza Aguirre hizo lo mismo con Santiago Abascal al darle una paguita a través de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social que tenía como único objetivo darle más de 80.000 euros al año al ahora líder de VOX para que pudiera seguir viviendo sin trabajar, como hasta el día de hoy y desde que se hizo concejal.
El caso del hermano de Pedro Sánchez o el de Begoña Gómez tienen su réplica con familiares de Juanma Moreno Bonilla. Solo con la hermana y la pareja del presidente de la Junta de Andalucía se pueden encontrar casos de igual calado que jamás se investigaron, no ya con el celo con el que se lo proponen de manera prospectiva jueces de parte como el juez Peinado, sino de ninguna manera. Pongamos sobre la mesa que a Begoña Gómez se la está investigando por hacer negocios incompatibles con su condición de esposa del presidente del gobierno. Es el mismo caso que tendría que afrontar Manuela Villena, esposa de Juan Manuel Moreno Bonilla, que como alto cargo de la cooperativa Bidafarma recibió contratos por parte de la Junta de Andalucía por valor por encima de los siete millones de euros. El asunto es más llamativo porque los negocios se dieron con la administración que preside su marido. Pero no teman, jamás ningún juez iniciará un proceso prospectivo investigando toda la vida de Manuela Villena para buscar algún ilícito e ir cambiando el proceso sobre la marcha si no encuentra nada en lo que comienza a investigar.
Las similitudes entre los casos del hermano de Pedro Sánchez y la de Juan Manuel Moreno Bonilla son un espejo con más gravedad en el caso de la familiar del presidente de la Junta de Andalucía sin que nunca ningún juez se inmiscuyera de manera tan procelosa en el proceso de adjudicación. María Dolores Moreno Bonilla es la hermana del presidente de la Junta de Andalucía y fue nombrada el 14 de junio de 2019 directora del Conservatorio Superior de Danza Ángel Pericet de Málaga con una puntuación de 38,20 puntos sobre 50. No sería una noticia demasiada extraña si no fuera porque Esperanza Utrera logró 49,20 sobre 50. La afectada denunció y la Fiscalía se opuso a la denuncia porque avaló que en el proceso se produjese “una cierta discrecionalidad”. Se archivó y a otra cosa. Nunca importó que se reconociera que en el proceso la puntuación y los méritos no fueran lo más relevante sino el hecho de que se la pusiera con discrecionalidad y reconocido por la fiscalía. CONTINUAR LEYENDO
viernes, 14 de febrero de 2025
"YO, SOCIEDAD LIMITADA, SOLEDAD ANÓNIMA". Irene Vallejo, El País 09 FEB 2025
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Fernando Vicente |
Las personas que se unen para defender el interés común se sienten menos aisladas y asustadas, más protegidas
Las noches de insomnio son páramos donde los minutos se vuelven hostiles. Intentas domesticar la mente, respiras hondo. Tratas de alejar los pensamientos inquietantes, el desasosiego al acecho. El viento susurra en vano su nana, los perros ladran a la luna. Transcurre una lenta procesión de horas, la tristeza se adensa: si no duermes, mañana estarás abatida. Tu cerebro ordena: serénate. Pero cuanto más te esfuerzas en atrapar el sueño, más lejos escapa.
En las hogueras digitales de las redes —y de las vanidades—, los gurús de la felicidad anuncian que haremos realidad nuestros deseos si creemos intensamente en ellos. Nos dan consejos, imperativos suavizados. Dichos para hacernos dichosos: modela tus pensamientos, transforma tus ideas y cambiará tu realidad, atrae lo que deseas, haz ejercicio, sé deseable, asciende, seduce, reluce, rejuvenece. Tienes el poder. La última tendencia es “manifestar”, elegida palabra del año por el diccionario de Cambridge. Consiste en alentar un monólogo interior optimista, robustecer la autoestima, arrojar lejos el bagaje de recuerdos, ideas y hábitos que nos limitan. Sus propuestas podrían parecer sensatas, pero caen en el espejismo de olvidar que la convicción no basta. Aunque mil veces nos dirán que querer es poder, hay obstáculos demasiado grandes, desgracias sobrevenidas, imprevistos del azar. Y, por supuesto, la ventaja de quienes juegan con las cartas marcadas gracias a la cuna, la fortuna y los contactos. Ya sabemos qué tipo de conocimiento premia la meritocracia: el quién conoce a quién.
Las técnicas de autoayuda vuelcan todo el peso del éxito sobre nuestros hombros. Los sueños están al alcance, sin importar la precariedad laboral, las cicatrices del tiempo, el coste de la vivienda, los cuidados a niños o mayores. La obligación de hacer realidad las aspiraciones nos provoca ansiedad y frustración, y conduce a buscar nuevas recetas. Sin embargo, la vida no se cultiva con fórmulas mecánicas: lo más esencial —como dormir o ser felices— huye de la voluntad obsesiva.
Todos los seres humanos apuntamos a la felicidad como arqueros que tienden a un blanco. Esta frase de Aristóteles mantiene una misteriosa y absoluta vigencia. ¿Pero podemos aprender a ser felices? Hace veinticinco siglos, los maestros del buen vivir creían que el camino era la sabiduría, la comprensión clara, un entrenamiento mental capaz de guiar hacia la tranquilidad interior y la bondad exterior. Aristóteles compartía esa fe, pero creía que conviene ser humilde y reconocer que en este viaje surgen dificultades ajenas a nuestro deseo. Como buen conocedor de los vaivenes de la vida, admitía que una parte de ella está ligada a condiciones económicas y materiales, en muchos casos azarosas. Una cierta dicha —Aristóteles abogaba por una prosperidad moderada— no es posible sin salud, seguridad, leyes justas y unos bienes mínimos que garanticen una existencia digna. La felicidad es ilusoria en una polis sin justicia y equidad, en un país en guerra, hambre o dictadura. A este bienestar relativo y dependiente, con sus retrocesos y sus límites, sus aproximaciones y fluctuaciones, se suma, sí, una felicidad que depende de nosotros. De nuestra actitud y decisiones, de nuestros talentos amorosos y humorísticos, de placeres y plenitudes, de la clase de personas que llegamos a ser. Los equilibrios resultarán frágiles, siempre amenazados y sometidos a nuestros fallos. Los seres humanos somos esas criaturas que nunca cometen dos veces el mismo error: como mínimo doce o quince, para estar bien seguros. CONTINUAR LEYENDO
jueves, 13 de febrero de 2025
TENDREMOS MOROS 'INDEPES'. Najat El Hachmi, El País El País 07 FEB 2025
Que el Gobierno deje la cuestión de la inmigración en manos de los nacionalistas etnicistas es un grave error
Junts está adoptando enterito el discurso trumpista sobre inmigración, achacándole a esta todos los males de la sociedad. Y no es por la presión de Aliança Catalana, la xenofobia ya formaba parte de su ideario mucho antes de que apareciera la de Ripoll. Disimularon un rato durante los años del procés porque la independencia era prioritaria. Una de las razones que se esgrimían para querer la separación de España, de hecho, era poder tener un mayor control sobre quienes llegaban a estas prósperas tierras. Nunca han reconocido que Cataluña no sería nada sin la aportación humana de quienes venían de “fuera” porque eso sería admitir que esa riqueza de la que tanto alardean desde el siglo XIX se debe a la fuerza de los trabajadores y que sin ellos no tendrían nada.
Que el Gobierno deje la inmigración en manos de nacionalistas etnicistas es un grave error que pagaremos todos cuando Pedro Sánchez ni se acuerde de este comienzo de 2025. Cuando Zapatero cedió a los ayuntamientos los informes de arraigo e idoneidad de la vivienda imprescindibles para la obtención del permiso de residencia y el reagrupamiento familiar en muchos sitios se hizo un uso responsable de este poder, pero en otros se convirtió en un instrumento para expulsar a los extranjeros. Acuérdense del alcalde de Vic, que no dejaba que se empadronaran los inmigrantes. Pero ceder inmigración a Junts no es solo perjudicial para los nouvinguts, también tendrá graves consecuencias en la incorporación de estos a la sociedad. Lo que está haciendo el Estado es renunciar a los nuevos ciudadanos cediéndolos al gobierno autonómico para que haga con ellos lo que quiera, y en caso de que Junts vuelva al poder lo que se fomentará es una integración en esa catalanidad inventada y pura. Se les confrontará con el Estado cuya nacionalidad aspiran a obtener porque según el nacionalismo no se puede ser catalán y español a la vez. Y el problema no es solo Junts. ERC no es excluyente en lo identitario pero sí en lo ideológico. Para ellos se puede ser catalán sin ni siquiera hablar el idioma, basta con ser independentista. El objetivo de Junqueras era la base numérica del soberanismo para conseguir la secesión aprovechando el aumento de la población extranjera. Por eso su diputada con velo daba charlas en mezquitas y transmitían a los musulmanes catalanes la idea de que España es más racista que Cataluña. Así que en el futuro no se extrañen cuando los que pidan salir de España sean moros indepes. Habrán nacido hoy y no en unos años.
miércoles, 12 de febrero de 2025
"NO LE CREAS A TRUMP". Ezra Klein, The New York Times 5 FEB 2025
Si quieres entender las primeras semanas del segundo gobierno de Donald Trump, deberías escuchar lo que Steve Bannon le dijo a Frontline de PBS en 2019:
Steve Bannon: El partido de la oposición son los medios de comunicación. Y los medios solo pueden, porque son tontos y perezosos, centrarse en una cosa a la vez…Lo único que tenemos que hacer es inundar la zona. Cada día los atacamos con tres cosas. Morderán una, haremos todo lo que podamos. Bang, bang, bang. Estos tipos nunca… nunca podrán recuperarse. Pero tenemos que empezar con velocidad de salida. Así que tiene que empezar, y tiene que martillar, y tiene que…Michael Kirk: ¿Cuál era la palabra?Bannon: Velocidad de salida.
Velocidad de salida. La visión de Bannon sobre este punto es real. El enfoque es la sustancia fundamental de la democracia. En particular, es la sustancia de la oposición. La gente se entera en gran medida de lo que hace el gobierno a través de los medios de comunicación, bien sean los medios tradicionales o las redes sociales. Si se abruma a los medios de comunicación, si se les da demasiados temas para examinar, todos a la vez, si se les mantiene moviéndose de una cosa a otra, no puede surgir una oposición coherente. Incluso pensar de manera coherente es difícil.
Las primeras dos semanas de Donald Trump en la Casa Blanca han seguido la estrategia de Bannon como un guión. El punto es la inundación. El objetivo es el agobio. El mensaje no estaba en una sola orden ejecutiva o anuncio. Estaba en el efecto acumulativo de todo. La sensación de que ahora este es el país de Trump. Este es su gobierno. Sigue su voluntad. Hace lo que él quiere. Si Trump le dice al Estado que deje de gastar dinero, el dinero se detiene. Si dice que la ciudadanía por nacimiento se acabó, se acabó.
O eso quiere que creas. En el primer mandato de Trump, se nos dijo: no lo normalices. En el segundo, la tarea es distinta: no le creas.
Trump conoce el poder de la mercadotecnia. Si haces que la gente crea que algo es verdad, aumentas la probabilidad de que se convierta en verdad. Trump recuperó su gran riqueza interpretando a un temible multimillonario en televisión; se reinventó como un ganador al negarse a admitir que alguna vez había perdido. La presidencia estadounidense es un cargo limitado, pero Trump nunca ha querido ser presidente, al menos no como se define en el Artículo II de la Constitución de Estados Unidos. Siempre ha querido ser rey. Su plan esta vez es interpretar primero a un rey en la televisión. Si creemos que ya es rey, es más probable que lo dejemos gobernar como rey. CONTINUAR LEYENDO
lunes, 10 de febrero de 2025
"Richard Sennet (2000), “La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo”, Barcelona, Anagrama
En el «nuevo capitalismo», la concepción del trabajo ha cambiado radicalmente. En lugar de una rutina estable, de una carrera predecible, de la adhesión a una empresa a la que se era leal y que a cambio ofrecía un puesto de trabajo estable, los trabajadores se enfrentan ahora a un mercado laboral flexible, a empresas estructuralmente dinámicas con periódicos e imprevisibles reajustes de plantilla, a exigencias de movilidad absoluta. En la actualidad vivimos en un ámbito laboral nuevo, de transitoriedad, innovación y proyectos a corto plazo. Pero en la sociedad occidental, en la que «somos lo que hacemos» y el trabajo siempre ha sido considerado un factor fundamental para la formación del carácter y la constitución de nuestra identidad, este nuevo escenario laboral, a pesar de propiciar una economía más dinámica, puede afectarnos profundamente, al atacar las nociones de permanencia, confianza en los otros, integridad y compromiso, que hacían que hasta el trabajo más rutinario fuera un elemento organizador fundamental en la vida de los individuos y, por consiguiente, en su inserción en la comunidad. Mediante entrevistas con ejecutivos de IBM despedidos en la gran remodelación de esta compañía en los años noventa; el seguimiento de la trayectoria de un padre y de su hijo, asalariado toda su vida el primero y asesor forzosamente independiente el segundo; y de dos generaciones de trabajadores de la misma empresa panificadora de Boston, Sennett analiza con notable penetración y cuantiosa información el contraste entre dos ámbitos de trabajo radicalmente distintos: el antiguo, en vías de desaparición, un mundo de organizaciones jerárquicas rígidas, donde se esperaba de los trabajadores una identidad firme, una personalidad formada, y el nuevo mundo de empresas en permanente crecimiento y cambio, un mundo de riesgo, de extrema flexibilidad y objetivos a corto plazo, donde se exigen individuos capaces de reinventarse a sí mismos sobre la marcha.
domingo, 9 de febrero de 2025
"Ni paz ni prosperidad con Franco: las mentiras del manifiesto firmado por Tejero en apoyo al dictador, una a una". Marta Borraz, elDiario.es 6 de febrero de 2025
El texto lanzado por la Plataforma 2025 hace apología de la dictadura y está plagado de mitos, entre ellos que Franco creó la Seguridad Social o que dirigió un Estado “honrado y eficaz”, y de vacíos intencionados: nada menciona de la hambruna española ni de la feroz represión que buscó el exterminio de la izquierda
Si un ser que no fuera de este mundo y nunca hubiera hablado con nadie quisiera saber algo de España y leyera el manifiesto Ni olvidamos ni callamos pensaría que España fue durante la dictadura franquista un lugar envidiable para vivir. Y Franco el mejor gobernante que ha tenido nunca. Calcando la retórica y la propaganda que el régimen desplegó para intentar limpiar su imagen, el texto define a Franco como un “hombre bueno” que trajo la “paz y la prosperidad”, propició “la reconciliación” entre españoles, “salvó” al país y propulsó la economía española hasta cotas casi milagrosas.
Sin embargo, el texto, suscrito por un centenar de personas entre las que están los nietos del dictador o el golpista Antonio Tejero, es un conglomerado de vacíos interesados y de los principales mitos que el franquismo edificó sobre sí mismo. El escrito, impulsado por la Plataforma 2025, hace apología de la dictadura y celebra el triunfo de los sublevados en la que llama la “Cruzada de Liberación” –en referencia a la Guerra Civil y sin nombrar el golpe de Estado– y, por supuesto, obvia lo que supuso el régimen en términos de derechos humanos. Estas son algunas de sus mentiras:
La “paz” de Franco
Define el manifiesto al dictador como un “cristiano ejemplar”, pero nada dice de la maquinaria de terror que diseñó el régimen desde el principio con el único objetivo de exterminar a la izquierda y a todo aquello que sonara a República. No nombra los fusilamientos, la suspensión de garantías constitucionales, la persecución extrajudicial o el castigo sistemático que generalizó la dictadura. “Siempre se basó en la división de la comunidad nacional entre vencedores y vencidos, no hubo paz ni reconciliación”, explica el historiador Nicolás Sesma, autor de Ni una, ni grande, ni libre (Crítica).
Tampoco cita los 300 campos de concentración que creó el franquismo por toda España o los 270.000 presos que estaban en 1940 encerrados en cárceles en condiciones inhumanas. Para los firmantes, no existieron los más de 100.000 trabajadores forzados ni las decenas de miles de enterrados en cunetas y fosas sin permitirles a sus familias despedirse o darles un entierro digno, muchos de los cuales siguen hoy desaparecidos. Tampoco les importa el casi medio millón de exiliados contabilizados en marzo de 1939 o el control moral y social que impuso el franquismo en casi todos los ámbitos, por nombrar solo algunas de sus consecuencias.
Un Estado “honrado, austero y eficaz”
El manifiesto atribuye a Franco haber levantado una “España en ruinas” y convertirlo en un país próspero. Nada más lejos de la realidad. Son muchos los historiadores y economistas que han definido la gestión económica de la dictadura como “un absoluto desastre y un fracaso”, en palabras del catedrático Carlos Barciela, autor de Con Franco vivíamos mejor (Catarata). El experto asegura que fue “uno de los periodos más duros y negros de nuestra historia” provocado por la política autárquica que Franco impuso en su primera etapa, lo que causó el hundimiento de la economía.
A la corrupción, que el experto define como “elemento intrínseco” al franquismo se sumó un sistema fiscal “injusto” que privilegiaba a las clases poderosas y a la Iglesia y propiciaba el fraude sobre todo de terratenientes y grandes propietarios. “España iba muy por detrás del resto de Europa occidental, entre otras cosas porque tenía un estado muy ineficaz”, añade el historiador Antonio Cazorla. A partir de 1959 A Franco, que al principio se oponía, no le quedó más remedio –a riesgo de entrar en bancarrota– que asumir el Plan de Estabilización, que inauguró el fin de la autarquía y favoreció el crecimiento económico. CONTINUAR LEYENDO
sábado, 8 de febrero de 2025
"MANUAL DE INSTRUCCIONES PARA IDENTIFICAR UN GOLPE DE ESTADO". Irene Lozano, elDiario.es
El pensador estaodunidense Timothy Snyder ha descrito lo que está ocurriendo como “un golpe de Estado”. Yo estoy de acuerdo. Súmale las redadas de migrantes, las deportaciones al campo de concentración de Guantánamo y los planes para la limpieza étnica en la franja de Gaza
Paso 1. No busques batallones ni militares recorriendo las calles con el fusil cargado. No esperes escuchar un helicóptero sobrevolando el parlamento ni ver tanques en la puerta de la sede de la televisión y la radio públicas. Identifica los centros de poder y riqueza actuales: ya no son físicos sino virtuales. No olerás a pólvora.
Paso 2. No pienses en detenciones materiales. No deduzcas que verás pañuelos o mordazas cerrando bocas, esposas encadenando muñecas, grilletes atando pies. Imagina cómo acallarías voces incómodas de periodistas u opositores en el mundo virtual. Observa ese algoritmo que sólo tiene que sepultarlas en la insignificancia, para que no interrumpan el agradable paseo triunfal de la victoria, algo parecido a la voz ubicua del Gran Hermano de Orwell, pero deslizándose por la palma de tu mano en un scroll infinito.
Paso 3. No conjetures con posibles altercados violentos a la entrada de las oficinas de la administración federal de Estados Unidos. Allí se encuentran los ordenadores que albergan millones de petabytes de datos, cantidades inimaginables de información fiscal, económica, social, personal, sanitaria, sobre todos y cada uno de los 330 millones de estadounidenses. Pero no veas agentes armados impidiendo el paso a desaforados golpistas. Piensa en un funcionario del Tesoro que ha desayunado con sus hijos esa mañana y que ahora se aparta, caminando de puntillas hacia atrás, cuando ve entrar con paso decidido a un grupo de hombres jóvenes bajo las órdenes de Elon Musk.
Paso 4. Ahora imagina a esos hombres jóvenes asaltando esos ordenadores federales para acceder a todos los datos que contienen. Pero recuerda que no llevan botas negras ni pasamontañas ni fusil. Más bien visualízalos en vaqueros y con una camiseta cuya leyenda dice “Occupy Mars”. Imagina que disponen de un poder omnímodo para acceder a toda la información que todo ciudadano consideraba hasta ahora más o menos protegida. ¿Recuerdas aquello de “los datos son el petróleo del siglo XXI”? Pues de ese petróleo hablamos. Lo están extrayendo a marchas forzadas estos comandos de hombres jóvenes que no llevan por arma ni un pen drive. A su jefe Elon Musk, nadie lo ha votado y no ocupa ningún cargo formal dentro del Gobierno ni en el organigrama de la administración, por lo que resulta imposible saber cuáles son sus atribuciones y qué límites legales tiene; quién controla sus conflictos de interés y cómo rinde cuentas de sus decisiones ante el poder legislativo, es decir la ciudadanía.
Paso 5. Gracias al ‘petróleo’ virtual, piensa en todo lo que aprenderá este hombre sobre 330 millones de almas: sus secretos inconfesables, sus problemas económicos, sus deudas con el Tesoro o con otras entidades, sus cuitas matrimoniales. El más ínfimo detalle puede convertir a cualquiera de los 330 millones en víctimas de un chantaje, pero sobre todo a quienes tengan una voz con la que protestar: profesores, escritoras, artistas, abogadas, miembros del Congreso, en fin, imagina esa larga lista de gente que está en contra de lo que está haciendo Donald Trump. Recuerda, ahora, que el derecho a la libertad de expresión se consagró para proteger a gente sin poder de la gente poderosa. No al revés. Nunca fue al revés: nunca se pensó en que la libertad de hablar que estuviera amenazada fuera la de quienes ostentan el poder.
Paso 6. Mira cómo este hombre está tomando decisiones sobre recortes de gasto que contravienen pagos aprobados en leyes del Congreso de los Estados Unidos. Si se vacía el contenido de las leyes, se desactiva de facto el voto de los ciudadanos y el nombre del régimen de gobierno deja de ser “democracia”. El pensador estadounidense Timothy Snyder ha descrito lo que está ocurriendo como “un golpe de Estado”. Yo estoy de acuerdo. Súmale las redadas de migrantes, las deportaciones al campo de concentración de Guantánamo y los planes para la limpieza étnica en la franja de Gaza. Esas medidas y muchas más, disparadas como fuego graneado para que a los ciudadanos no les dé tiempo ni a comprender qué está ocurriendo.
Vuelve a mirar, ¿lo ves ahora?
viernes, 7 de febrero de 2025
"La filosofía ultraindividualista de Silicon Valley quiere conquistar el mundo". DELIA RODRÍGUEZ, El País 02 FEB 2025
Un puñado de tecnócratas convencidos de su superioridad intelectual ocupan posiciones de poder clave. Abanderan un presunto pensamiento crítico, “un piensa por ti mismo” o “busca tu propia verdad” que quieren que encontremos navegando por sus redes, donde anidan la propaganda y la desinformación
Imaginemos dos escenas relevantes en la historia de la tecnología y, por tanto, humana. En la primera, se reproduce un famoso anuncio de televisión. Mientras se suceden imágenes en blanco y negro de iconos como John Lennon, Pablo Picasso o María Callas, el actor Richard Dreyfuss recita un poema: “Esto es para los locos. Los inadaptados. Los rebeldes. Los alborotadores. (…) Porque ellos cambian las cosas. Ellos inventan. Ellos imaginan. Ellos curan. Ellos exploran. Ellos crean. Ellos inspiran. Ellos impulsan la humanidad hacia delante”. Termina con el eslogan Think different, piensa diferente. Es 1997 y Steve Jobs acaba de regresar a Apple.
La siguiente imagen es más reciente, sucedió hace un par de semanas. Apple es la empresa con más valor en Bolsa del mundo y su presidente, Tim Cook, firme defensor de la igualdad con independencia de género, raza u orientación sexual, observa con gesto serio la segunda investidura de Donald Trump como presidente de EE UU, para la que, como el resto de la élite tecnológica, ha donado dinero. No están lejos Mark Zuckerberg (Meta), Jeff Bezos (Amazon), Sundar Pichai y Sergey Brin (Google), Elon Musk (X, SpaceX, Tesla) y Sam Altman (OpenAI). Al día siguiente, Trump se hará la foto con este último y con Larry Ellison (Oracle), y anunciará una ingente inversión en inteligencia artificial que debería garantizar el liderazgo técnico estadounidense en el sector en las próximas décadas.
Todos ellos, juntos, escenificaban el fin del discurso de la defensa de las libertades sociales de unas empresas que, hijas de una costa oeste capitalista, desde luego, pero también libre y radicalmente innovadora, reivindicaron un día la diferencia. Steve Jobs no pudo ver este momento ni el auge moderno de las pseudociencias: murió joven por un cáncer de páncreas poco agresivo que eligió tratar fuera de la medicina convencional. Los grandes líderes de Silicon Valley ya no nos animan tanto a “pensar diferente” como a reconocer la visión superior de un empresario milmillonario o un dirigente autoritario. La ideología del valle se disfraza como pensamiento crítico y desde sus propias redes se exporta como propaganda a todo el mundo. Está detrás del “piensa por ti mismo”, “haz tu propia investigación” o “no dejes que piensen por ti”, claves en la desinformación, el pensamiento conspiranoico y la polarización que definen nuestro tiempo e impulsan populismos. Una vez despreciado el consenso social sobre el conocimiento, se explota el atractivo de soluciones simplistas basadas en un individualismo extremo.
¿Qué ha pasado? ¿Qué ha cambiado en Silicon Valley para que su mitología de creatividad e independencia se use ahora como herramienta de obediencia populista? Contesta desde California —evacuado de su casa debido a los incendios— el sociólogo y exministro de Universidades, Manuel Castells, gran historiador de internet. Explica tres etapas. En la primera fase, de la que nacieron las grandes figuras que cambiaron la tecnología mundial, de Steve Jobs a Bill Gates, “el emprendedor era el modelo y la innovación el objetivo, más que el dinero, individualista pero solidaria con el mundo y con valores sociales (feminismo, ecologismo, tolerancia sexual y religiosa)”. A partir de los noventa se consolidaron las grandes empresas, que terminaron como oligopolios: “Aunque predicaron la innovación y la libertad, en realidad la acumulación de capital y, por tanto, el ánimo de lucro fueron las ideologías dominantes: se hicieron capitalistas y empresarios más que emprendedores e innovadores, aunque siendo liberales y tolerantes en sus discursos y en su vida”. CONTINUAR LEYENDO
jueves, 6 de febrero de 2025
TIMOTHY SNYDER. “Si los americanos no se dan cuenta en tres meses de la amenaza a nuestra democracia, estaremos perdidos”. Pol Pareja, elDiario.es 3 de febrero de 2025
El prestigioso historiador y profesor de la Universidad de Yale reflexiona en Barcelona sobre cómo la ultraderecha se ha apropiado de la defensa del término “libertad”
¿Qué es realmente la libertad? ¿Por qué la ultraderecha ha logrado apropiarse del término? Timothy Snyder, profesor de historia en Yale y uno de los intelectuales americanos más relevantes de la actualidad, ha reflexionado este lunes en el CCCB de Barcelona sobre cómo las autocracias, los algoritmos y el auge de la ultraderecha han logrado pervertir esta palabra hasta vaciarla de significado.
“Si pensamos que la libertad es ‘yo contra el Gobierno’, rápidamente nuestra idea de libertad será ‘yo contra el vecino’ o ‘yo contra los migrantes’”, ha señalado Snyder ante un auditorio abarrotado (más de 500 entradas vendidas). “La idea de que soy libre porque puedo rechazar algo es muy atractiva, pero también muy peligrosa”.
En conversación con el periodista de La Vanguardia Xavier Mas de Xaxàs, Snyder ha insistido en alertar sobre lo que él llama la “libertad negativa”, defendida por el espectro más reaccionario de la política. “Si asumes una noción negativa de la libertad es muy fácil acabar donde está Rusia o América a día de hoy”, ha afirmado.
El historiador ha criticado la actual corriente que señala la libertad como la ausencia de poder estatal cuando, según él, la verdadera libertad consiste en “crear las condiciones sociales y políticas” para que los individuos prosperen y aprendan a defender los valores que realmente les hacen libres.
A modo de ejemplo, ha explicado cómo en Austria obligan a las familias a permanecer 96 horas en el hospital tras un parto. En Estados Unidos, en cambio, no te dejan ingresar hasta el último minuto y te echan lo más rápido posible.
“¿Qué supone más libertad? ¿Que me enseñen a amamantar, a cuidar a un recién nacido y me den todas las herramientas para criarlo o que nos echen del hospital con mi mujer todavía en sillas de ruedas porque les cuesta dinero?”, se ha preguntado. “Esto casa a la perfección con la idea de libertad negativa”.
Snyder ha dedicado parte de su intervención a la amenaza a la democracia estadounidense que suponen Donald Trump y Elon Musk, pero también ha hablado de la Rusia de Putin, de algoritmos y de cómo las democracias europeas pueden posicionarse ante la actual ola reaccionaria.
“Si los americanos pasan tres meses sin darse cuenta de que Trump es una amenaza existencial a nuestro modelo, estaremos perdidos”, ha señalado sobre el actual presidente.
Snyder, que predijo que un segundo mandato del magnate implicaría un intento de desmantelamiento de la democracia estadounidense, no ha descartado que el mandatario se instale en el poder durante más años de los cuatro que le permite la constitución.
“Están haciendo cosas terribles, pero también intentan crear la noción de que son imparables y no lo son”, ha matizado. “Hay muchas maneras de resistir a Trump y Musk, hay cosas que los americanos todavía podemos hacer”.
En el cóctel reaccionario que recorre el globo, Snyder identifica el miedo y el uso de las redes sociales como los grandes combustibles de la ultraderecha. “Si estás asustado es muy difícil que seas libre”, ha asegurado. “Si queremos tener menos miedo debemos pasar menos tiempo ante las pantallas y vernos más con la gente”.
El intelectual estadounidense cree que las redes y los algoritmos viven precisamente del miedo y del placer. Y el miedo nos hace muy predecibles. “Si hay buenos colegios, buenas oportunidades, soy totalmente impredecible, mi vida podrá ser muchas cosas distintas”, ha explicado. “En cambio si hay una situación de caos y riesgo, soy totalmente predecible”.
Snyder ha puesto de ejemplo cómo nos sentimos ante una situación dramática, ya sea una crisis política, una movilización social o una guerra. “Si en estos momentos estás con gente sueles estar menos asustado”, ha señalado. “En cambio, si estás solo en casa mirando las redes lo más probable es que tengas mucho miedo”.
¿Y qué puede hacer Europa ante esta tesitura, atrapada entre la autocracia de Putin y el mandato de Donald Trump? Snyder ha tratado de inculcar cierto optimismo a los ciudadanos del viejo continente.
“Tenéis que superar el hábito europeo de pensar que Rusia y EEUU son tan grandes que estáis atrapados”, ha espetado. “Dadle a Trump cinco semanas y vuestra economía ya será mejor que la nuestra, de hecho es mucho mejor que la de Rusia”, ha afirmado. “Europa es un actor mucho más grande de lo que os creéis”.
Snyder ha marcado un posible alto al fuego en Ucrania como uno de los momentos cruciales en los que la Unión Europea deberá actuar. “La UE tendrá que invertir en el país, enviar soldados para mantener la paz e inundar Ucrania con todo lo que podáis”, ha afirmado. “Si no lo hacéis, habrá otra guerra y las consecuencias podrán ser peores”.
Pesimista con el papel que EEUU desempeñará en el mundo actual, Snyder ha concluido que los europeos deberán actuar sin esperar ningún movimiento por parte de Trump. “Sinceramente, creo que estaréis más a salvo que nosotros en 2025”, ha concluido.
miércoles, 5 de febrero de 2025
""CHARNEGOS NACIONALISTAS CATALANES PARA EL SIGLO XXXI". Pau Luque Sánchez, El País 24 ENE 2025
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Eduard Sola, el día 18 durante su discurso en la gala de los Premios Gaudí de cine, en Barcelona |
El discurso de Eduard Sola es producto de haber incorporado a la doctrina pujolista de la integración el retorcido concepto de identidad de nuestro tiempo
Un poco como le pasa al Casanova que Dylan inmortalizó en Desolation Row, que acaba muriendo tras haber sido envenenado con palabras, una parte relevante del nacionalismo catalán pierde el oremus cuando bebe el cianuro de una palabra muy concreta. La palabra en cuestión es “charnego”. Es lo que ocurrió con el discurso pronunciado por el guionista Eduard Sola en la ceremonia de los premios Gaudí hace unos días. Si no fuera por el veneno que la palabra les inocula, se darían cuenta de que el discurso de Sola solo fue la actualización, para el siglo XXI, de la idea de integración según el credo nacionalista de Jordi Pujol.
¿Qué dijo Sola? En un alegato contra la xenofobia, sugirió que si él, un orgulloso guionista charnego que venía de lo más bajo, ha podido escribir grandes historias catalanas, también lo podrían hacer otros inmigrantes que lleguen a Cataluña. Quiero hacer énfasis en el sustrato, probablemente inconsciente, de su discurso. Es significativo que no dijera que él escribía grandes historias universales, sino grandes historias catalanas. En este sentido, las suyas no serían historias universales hechas en catalán o hechas por un catalán; serían, según sus propias palabras, grandes historias catalanas.
¿De dónde viene esta necesidad de remarcar que sus historias son catalanas? Del deseo, supongo, de alejar la sospecha de que, como es charnego, no es catalán. Ningún artista catalán de apellidos catalanes sentiría que tiene que demostrar que es un artista catalán (y, en este sentido, podría pasar directamente a producir grandes historias universales, si quiere). La idea que legitima el discurso de Sola es que, con tal de ser aceptado como catalán en Cataluña, quienes son como Sola tendrán que demostrar algo que no tienen que demostrar los catalanes de apellidos inequívocamente catalanes. Un charnego que se presentara como tal y que defendiera que escribe historias universales no sería, en el imaginario que inconscientemente pregona Sola, un artista catalán.
Suena francamente peculiar que alguien cuyos padres ya nacieron en Cataluña, que habla y escribe perfectamente catalán y cuyo aspecto es mimético al de los catalanes de apellidos catalanes, sienta la necesidad inconsciente de demostrar que es catalán. Soy de los que piensan que es una pérdida de tiempo intentar demostrar lo que uno ya es. Pero cada uno deja pasar el poco tiempo que nos es dado como puede.
En un interesante pasaje de las excepcionales memorias de Jordi Pujol, el expresidente explica una anécdota de un viaje oficial que hizo a Argentina. En Buenos Aires, visita el Casal de Catalunya, lleno de gente nacida en Cataluña y sus descendientes. Pujol les dice que mantener la catalanidad está muy bien, pero que no se equivoquen: ellos son argentinos, no catalanes. Pujol es un fervoroso creyente en la idea de integración. Se la toma en serio incluso cuando, para decirlo de algún modo, no favorece a Cataluña. El discurso de Sola se imbrica perfectamente en la doctrina de Pujol. Pero con un añadido que la actualiza. La declaración de ser orgullosamente charnego solo es un banal reflejo de cómo se concibe la identidad —cualquier identidad— en el siglo XXI. Por un lado, mi identidad consiste en identificar y difundir muy solemnemente las diferencias menores que me distinguen de aquellos a quienes más me parezco. Se trata del narcisismo de las pequeñas diferencias que caracteriza nuestra época. En el caso de Sola, esto se traduce en resaltar que, a diferencia de los catalanes de ocho apellidos catalanes, sus abuelos no nacieron en Cataluña. Es la sobreexplotación pública de este narcisismo el que provocó que el concepto “charnego”, como si se tratara de un Lázaro casposo, se levantara de su tumba hará ahora 10 años. Y es probablemente este mismo narcisismo de las pequeñas diferencias el que, en parte, explica el crecimiento, 13 años atrás, del independentismo.
Por otra parte, la identidad en el siglo XXI está construida sobre agravios. Esto no fue siempre ni en todos los lugares así. Pero desde hace un tiempo, toda identidad es, de un modo u otro, la de una víctima. A veces, se trata de agravios reales; otras veces de agravios ficticios o, por lo menos, exagerados. Yo no sé muy bien, en pleno 2025, qué significa ser un charnego nacido en los años ochenta, como Sola (o como yo mismo). Pero sea lo que sea, estoy moderadamente seguro de que no significa, como dijo Sola, “venir de lo más bajo”. Y es que, en nuestras biografías, la de los charnegos treintañeros o cuarentones, no abundan situaciones de miseria sórdida o de vida lumpenproletariat.
El discurso de Sola es producto de haber incorporado a la doctrina nacionalista de Pujol del siglo XX el retorcido concepto de identidad del siglo XXI. En nuestro tiempo, la integración nacional luce como el discurso de Sola. Otra historia, que dejaremos para otro día o para otra vida, es la verdad incómoda de que, en Cataluña o fuera de Cataluña, la idea de integración en el siglo XXI sigue siendo la misma idea reaccionaria y siniestra que ya era en el siglo XX.
Pau Luque es investigador en la Universidad Nacional Autónoma de México. Su último libro es Ñu (Anagrama).
lunes, 3 de febrero de 2025
"PROFES: EL OBJETIVO PRINCIPAL DEL NUEVO FASCISMO". Antonio Maestre, elDiario.es 02/02/2025
Independientemente de quién gestione la educación en cada comunidad autónoma, la presión ejercida a través de la opinión pública, los alumnos ideologizados, influidos por familias reaccionarias y el contenido de redes sociales, y la presión de los partidos filofascistas hacen pensar que el tiempo que espera al personal docente será duro
No es un ejercicio retórico el que planteo. El profesorado, sobre todo de izquierdas, incluso aquel que sin sentirse de izquierdas cree en el respeto de los derechos humanos y se dedica solamente a enseñar lo que tiene que enseñar, está en peligro porque es uno de los principales objetivos de la contrarrevolución reaccionaria en la que nos vemos inmersos.
El vicepresidente de los EEUU, J.D. Vance, no disimuló al plantear sus objetivos cuando en una conferencia de los conservadores a nivel internacional lo expresó sin paños calientes: “Los profesores son nuestros enemigos”. El discurso versaba sobre cómo a su parecer en la academia predominaban las ideas liberales y progresistas que habría que combatir, y como ahora está haciendo Donald Trump, perseguirlas. Ha comenzado por los funcionarios de justicia que le juzgaron, pero no va a parar.
El nuevo macartismo que está llevando a cabo Donald Trump contra todo aquel que identifique con un fantasma llamado “woke”, que no es más que una manera de etiquetar a quien crea en la diversidad, la igualdad y la justicia social, tiene como objetivo una purga ideológica que le permita homogeneizar las administraciones para llevar a cabo su plan de desdemocratización. En ese plan la educación ocupa un lugar preeminente y para ello el profesorado es su primer dique a tumbar. No tardaremos en ver cómo esas persecuciones pasan de los discursos a los hechos instaurando el miedo y la autocensura para que a nadie se le ocurra enseñar valores de respeto al prójimo y que se le ocurra sancionar a estudiantes que insulten de manera homófoba o inculquen que las personas trans tienen derecho a existir y que su vida importa.
El fascismo nunca ha desaparecido, simplemente adopta máscaras que le permiten adaptarse a su tiempo y conseguir con sus nuevos ropajes introducirse en las mentes de quienes rechazarían sus formas antiguas. Pero las nuevas formas no cambian sus maneras de proceder y siempre elige los mismos objetivos, las mismas herramientas y el mismo modo de operar contra la alteridad y contra aquellos que señala como enemigos. Para lograr todos sus fines es imprescindible acotar la disidencia desde sus orígenes y por eso siempre la educación se encuentra entre sus obsesiones. No hay expresión nueva del fascismo que no señale al profesorado como un elemento a disciplinar.
En España es conocida la obsesión con lo que los fascistas llaman ideología de género, que según su enferma consideración es utilizada para adoctrinar a menores. El pin parental fue la clave de bóveda del principio de actuación de nuestros fascistas patrios para señalar que el profesorado estaba en cuestión y que era preciso establecer una tutela parental sobre el trabajo de los docentes para decirles qué pueden hacer y qué es inaceptable. Lógicamente esas campañas de acoso y derribo contra los docentes tienen concreciones aunque no sean capaces de llevar a cabo hasta el extremo sus políticas. Los alumnos se empapan de lo que ocurre y cualquier elemento que puedan usar para cuestionar la autoridad del profesorado lo usarán en su beneficio generando una sensación de incomodidad permanente en el personal docente que les llevará a la autocensura para no tener problemas en su desempeño laboral.
No va a mejorar la situación. Independientemente de quién gestione administrativamente la educación en cada comunidad autónoma, la presión ejercida a través de la opinión pública, los alumnos ideologizados, influidos por familias reaccionarias y el contenido de redes sociales, y la presión de los partidos filofascistas hacen pensar que el tiempo que espera al personal docente será duro. No podrán defenderse solos y necesitarán que quienes creen que la educación pública es el único camino efectivo para la libertad del individuo se sitúen a su lado y ejerzan sin miedo y con coraje de escudo contra quienes se fajan en solitario para defender desde la base nuestra democracia y los derechos humanos más elementales. Defender hoy al profesor de tus criaturas es asegurar que en el futuro sean independientes y libres, a salvo del odio y la discriminación.
sábado, 1 de febrero de 2025
La pobreza es causa de esquizofrenia, pero también consecuencia, según un nuevo estudio". Adrián Cordellat, El País 26 OCT 2024
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Reparto de alimentos en Aluche (Madrid) |
La ciencia avanza en el estudio de la relación bidireccional entre ser pobre y tener trastornos mentales, en medio de un fuerte debate sobre cómo ese conocimiento debe cambiar el tratamiento y prevención de estas enfermedades
La relación entre un determinante social como la pobreza con la salud mental ha protagonizado no pocos debates científicos y políticos. ¿La pobreza conduce a trastornos mentales o son estos últimos los que empujan a la pobreza? ¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? El más reciente de estos debates fue el protagonizado por la comisionada de salud mental del Ministerio de Sanidad, Belén González, que aseguraba que en España el diagnóstico de esquizofrenia es 12 veces más frecuente en rentas bajas que en rentas altas, o que el uso de antidepresivos es aproximadamente cuatro veces mayor según la clase social. “Con frecuencia identificamos que lo que realmente necesita un paciente no es un psicólogo, sino un abogado laboralista. Frente a la impotencia de no hacer nada y la falta de tiempo para generar un relato más ajustado a los problemas sociales, se opta por la prescripción de psicofármacos”, señalaba González antes de reivindicar grupos de deporte en lugar de rubifén, asociaciones feministas en lugar de sertralina, o un sindicato en lugar de lorazepam.
La respuesta de algunos psiquiatras no se hizo esperar. Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, alertaba en una columna publicada por EL PAÍS del reduccionismo del discurso de la comisionada y le afeaba el hecho de “interesarse solo por algunos factores de riesgo —dejando a un lado, por ejemplo, el cannabis— o simplificar hasta lo ridículo los trastornos mentales como consecuencia del sistema capitalista o de los problemas sociales”.
Un estudio publicado este verano en la prestigiosa revista científica Nature Human Behaviour con datos del Biobanco del Reino Unido se ha sumado al intenso debate al descubrir una relación bidireccional entre pobreza y determinados trastornos mentales. Concretamente, de los nueve trastornos mentales analizados, los autores hallaron que la pobreza contribuye al trastorno depresivo mayor y a la esquizofrenia; mientras que, por su parte, la esquizofrenia y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) incrementan el riesgo de pobreza.
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