En muchos rincones de América Latina nos conocen por ser autores de Un tal Jesús. Era 1977 cuando nos lanzamos a la aventura de escribir ese “retrato” de Jesús de Nazaret. A partir de 1980 se radió en todo el continente. Se escuchó en comunidades y grupos. Poco después, al hacerse libro, mucha gente leyó los 144 capítulos de esa “buena noticia”. Y después de tantos años sigue siendo escuchado y leído por nuevas generaciones al llegar en el año 2000 al ciberespacio.
Un tal Jesús nació en los tiempos de la Teología de la Liberación. Estábamos convencidos de que para transformar la vida de los pobres era urgente transformar la idea de Dios que ha sido instalada durante siglos en la mente de la mayoría de la gente. Pero como “a Dios nadie lo ha visto” y en el Cristianismo hemos aprendido a “verlo” en Jesús de Nazaret, la pieza clave era transformar la idea que de Jesús de Nazaret tiene nuestra gente: un Dios disfrazado de hombre que nace y vive sólo para morir y así cumplir el guión fatal que para él escribió en los cielos un Dios poderoso. Jesús: un ser humano sin historia, sin geografía, sin personalidad, sin conflictos, con más dogmas empolvados e incomprensibles sobre sus espaldas que mensajes liberadores y atractivos en su boca. Ahora ya hay montones de libros interesantísimos que han ido al rescate del Jesús histórico. En aquellos años en que nos metimos en esta aventura, muy pocos.
Después de casi treinta años, el mundo ha evolucionado, la ciencia ha evolucionado, la teología ha evolucionado y los autores de Un tal Jesús también hemos evolucionado. En América Latina, la Teología de la Liberación sufrió gravísimas heridas en la guerra que, sin tregua y con saña, fue desatada desde el Vaticano durante años. Y hoy, sobre la tierra arrasada por esas batallas, avanza veloz el pensamiento mágico, el fanatismo moral, una especie de Bibliolatría promotora del providencialismo más paralizante. Lo social ha sido sustituido por lo sexual: el compromiso social al que, siguiendo a los profetas de Israel y a Jesús, nos movía la Teología de la Liberación ha sido sustituido por normas sexuales que son un yugo insoportable.
Los Foros Sociales Mundiales han popularizado una consigna escuchada en todos los rincones del planeta: “Otro mundo es posible”. Hay un deseo que crece en muchísima gente de vivir en otro mundo más justo, más solidario, menos desigual, donde se ponga freno a los privilegios desorbitados que tienen algunos, donde no se destruyan tantas vidas y tanta vida. Creemos que otro mundo no será posible si otro Dios no es posible.
La idea de Dios ha acompañado a la humanidad durante toda su historia, pero ha ido transformándose a lo largo de la historia. El dios tribal y masculino, el dios guerrero y colérico, ¿nos acompañará en la construcción de ese otro mundo? ¿Con el Dios del poder, el que se impuso a sangre y espada en nuestro continente, podremos transformar el mundo? ¿Haremos posible ese otro mundo si seguimos creyendo en un Dios que mide al detalle los pecados sexuales y no tiene en cuenta las tragedias sociales?
En este nuevo tiempo nos dimos cuenta de que ese “otro mundo” no será posible si el Dios en quien la gente cree es un Dios pre-moderno, controlador del destino de humanos y naciones, ajeno a las ideas de la democracia, de los derechos humanos, de los derechos de las mujeres, del compromiso medioambiental… Por eso, decidimos traer de regreso al tal Jesús, al Jesús histórico, para que cuestione al Cristo de la fe: ésa es la serie Otro Dios es posible, una obra de lo que hemos llamado “teología de la provocación”.
Jesús ha regresado a la tierra, una periodista lo encuentra y lo entrevista sobre algunas de las cosas que se han dicho y hecho en su nombre, sobre su vida, sobre lo que dijo en su tiempo y sobre temas de los que nunca habló. “Se dice que su madre es virgen. ¿Qué dice usted de eso? ¿Fundó usted una iglesia? ¿Para qué sirven los sacerdotes? Se dice que usted es Dios, ¿es usted Dios? Y Dios, ¿es varón? Se dice que usted hizo un montón de milagros, ¿los hacía o no? En su nombre se condena el aborto, ¿qué opina usted del aborto, había abortos en su tiempo? ¿Qué piensa de la eutanasia? ¿Y de la homosexualidad?...”
Son 100 entrevistas con Jesucristo. El formato es más breve y directo que en Un tal Jesús, en el que empleamos una narrativa más compleja. Otro Dios es posible es una obra provocadora porque ha sido bastante audaz de nuestra parte valernos de la autoridad que Jesús tiene para desmontar los dogmas que la tradición cristiana ha construido en torno a él.
Hemos encontrado gente a la que Un tal Jesús le abrió perspectivas, pero que no aceptan esta provocación, les incomoda demasiado. Otra gente sí encuentra un hilo de continuidad entre el Moreno de Nazaret y las entrevistas que ahora le brinda a Raquel Pérez, enviada especial de Emisoras Latinas. Es, sobre todo, la gente más joven, y especialmente las mujeres, la más receptiva, la más abierta, la que más acepta la provocación.
Escribimos con la intención de remover ideas, de motivar la reflexión y la sospecha, la sorpresa y la risa, también el rechazo de muchas ideas aprendidas y creídas. Queremos provocar debate. Queremos recordar la esencia del Evangelio, bastante olvidada y hasta traicionada por quienes dicen representar a Jesús. Hemos comprobado que para mucha gente escuchar estas entrevistas se traduce en vivir su fe cristiana con más libertad y con más alegría, actitudes imprescindibles para hacer posible “otro mundo”. El mundo necesita también de imaginación para ser transformado. Otro Dios es posible es un ejercicio de imaginación.
Tal vez ya es tiempo de revisar la imagen, la idea, que nos hemos hecho de Dios, tal vez el Dios que hemos construido o que hemos aprendido necesita ser deconstruido y reconstruido a partir de lo que Jesús de Nazaret nos enseñó. Para iniciar ese camino o para profundizarlo escribimos Otro Dios es posible.
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