Al principio son pocos y tienen vergüenza. Después la van perdiendo. Como hay muchas personas descontentas y frustradas, empiezan a decirles lo que quieren oír. Después son más, y después unos pocos más todavía. Después ya no encuentran motivos para ponerse rojos y mienten y dicen lo que haga falta. Después elevan el tono, después insultan, después se engañan a sí mismos con que tienen razón, después maniobran para que quede claro que su razón no se discute, y si la discutes, porque crees en el diálogo, ellos gritan más, porque creen en el monólogo. Y si gritar no basta, después recurren a la fuerza. Primero te meten un codo para frenarte, después la pierna, la cadera, después te empujan, después te zarandean, después te rompen la chaqueta y te sacan de su vista. Después te dicen que intentaron hacerte entender las cosas por las buenas, pero como no te dejaste se vieron obligados a hacerlo por las malas. Después justifican que unas hostias a tiempo evitan males peores, después la violencia se vuelve una herramienta legítima, su patrimonio, y con la violencia se adueñan del espacio público, y poco a poco del espacio privado, después ya no hay que explicar ni justificar nada porque se apropiaron de todo. Y después, ¿qué? Después no vale de nada llevarse las manos a la cabeza. Después ya no hay más después. El momento de hacer algo es antes. Es decir, ahora.
"No necesitamos hombres que piensen, sino bueyes que trabajen" (Juan Bravo Murillo, Ministro de Instrucción Pública). "Quienes no se mueven no notan sus cadenas" (Rosa Luxemburgo). "Ningún hombre tiene derecho a una verdad que perjudique a otro" (Benjamín Constant)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"HAY QUE DETENER A ISRAEL". Iris Leal (novelista y columnista política del diario israelí Haaretz). El País 22 AGO 2025
El país al que huyó mi padre, un Estado fundado como refugio para los supervivientes del Holocausto, está matando de hambre a niños. Es posi...

-
Ilustración de Sr. García sobre una foto de un campamento bombardeado en Nuseirat, Gaza, tomada por Emad El Byed. “En el principio fue la pr...
-
Arde el país como una carta vieja de amor en la chimenea de la pereza Arde el monte abandonado, arde la encina centenaria dejada de la mano ...
-
Gloria Fuertes: “A mí solo me erotiza la gente buena”. La lógica de la competición a ultranza nos exige convertirnos en triunfadores. Mil ve...
No hay comentarios:
Publicar un comentario