sábado, 8 de marzo de 2025

"ONLY FANS O CÓMO "BLANQUEAR" UN "IMPERIO DE LA PORNOGRAFÍA Y LA PROSTITUCIÓN". Isabel Valdés, El País

Un usuario consulta la web de OnlyFans
Un análisis cualitativo de la Federación de Mujeres Jóvenes hace un repaso por las implicaciones de esa plataforma en la que alrededor de 239 millones de usuarios compran contenido erótico y sexual de más de tres millones de mujeres

29 de octubre de 2023. Salvilla, un youtuber con más de 120.000 suscriptores en un canal dedicado a “emprendimiento, real estate, criptomonedas y motivación personal” sube una entrevista a Favda, el llamado rey de OnlyFans en España. Su nombre es Sergio Fuentes y “gestiona una agencia” con “modelos” para esa plataforma que tiene alrededor de 3,2 millones de personas registradas como creadoras de contenido y alrededor de 239 millones de personas registradas como usuarios que pagan por esos contenidos. Esos usuarios, en su mayoría, son hombres, ocho de cada diez, y la mayor parte tiene entre 25 y 44 años; las creadoras —las “modelos” a las que hace referencia Fuentes— son en su práctica totalidad mujeres (97%), sobre todo jóvenes; el contenido es erótico, sexual y pornográfico; y la web se queda con el 20% porcentaje de lo que ellas ganan.

En esa entrevista, Salvilla le pregunta cuestiones como qué hace para “potenciar la monetización” de las chicas, “cómo las capta” o cuánto gana. Favda contesta cosas como que la “gente se cree que coges una chica y al día siguiente está haciendo dinero”, pero que no es tan fácil porque “además las mujeres son complicadas y no es fácil dedicarse al trabajo sexual”; que “lo ideal es coger una chica y hacer que gane dinero”, porque “una vez que una chica te ha dado dinero, la segunda va ser sencillo porque simplemente tienes que mostrar tus resultados y van a caer muchas”. También que lo que entra en su cuenta —en Andorra, donde se mudó hace un tiempo para pagar menos impuestos— son unos “100 K” al mes. 100.000 euros que derivan de los ingresos de las “modelos” que “gestiona”: se queda, de media, con la mitad de sus beneficios.

Pero esas mujeres no son modelos, aunque también haya modelos en esa web; no todas tienen altos beneficios, son, de hecho, una minoría; y esa plataforma no es inocua. La Federación de Mujeres Jóvenes, que ha presentado este martes en el Ministerio de Igualdad el estudio cualitativo OnlyFans. Un espacio blanqueado del negocio del sexo —en el que se incluye parte de esa entrevista en YouTube—, la define como un site “que genera millones de euros al año [más de 500] convirtiendo a las mujeres en productos y mercancía a través del consumo continuado de contenidos pornográficos y prostitución”, que “facilita el discurso prostituyente sobre las mujeres a través de la normalización del pago de dinero por las prestaciones de cualquier tipo de imagen o servicio de índole sexual, y donde la propia plataforma procede como proxeneta junto con las redes de proxenetas que en ella actúan captando a mujeres cada vez más jóvenes”.

Algo que también vieron la Fiscalía y la Policía de Andorra el pasado marzo. Abrieron una investigación a Fuentes, acusado de proxenetismo, después de aparecer en el programa Equipo de Investigación de La Sexta, contar que cobra a las mujeres entre el 30% y el 50% de lo que ellas generan y que dijera que le gusta que “tengan un perfil así como de inocente, que parezcan inocentes, pero que estén buenas” y que “si son menores, mejor”.

El funcionamiento de OnlyFans —con el que este diario ha intentado contactar sin obtener, hasta el momento de la publicación, respuesta— es sencillo: las mujeres se crean una cuenta, suben contenido (texto, vídeo, imágenes o audio) y los hombres usuarios pagan por esos contenidos, suscribiéndose a una o varias creadoras por un importe mensual. También pueden hacer peticiones expresas de contenido, por las que pagan aparte y tienen acceso a hablar con ellas por mensaje, audios o videollamadas. La “frontera” entre pornografía y prostitución, dice el estudio de la FMJ, “se está desvaneciendo”.

Según Raquel Pérez Benasco, la vicepresidenta de la FMJ, “OnlyFans es una nueva forma de explotación sexual que cada vez atrae a más mujeres y cada vez a más mujeres jóvenes, que recurre y desarrolla los mismos patrones de la pornografía y la prostitución y que reproduce la misma violencia sexual, la dominación masculina, el machismo y la misoginia”.

Pérez ha apuntado además un “nuevo peligro”: la normalización y glamurización del discurso sobre esta web que cala en la sociedad y entre los más jóvenes a través de otras redes sociales como TikTok, YouTube o Instagram, donde “gestores” como Fuentes buscan a chicas a las que creen que pueden convencer de registrarse en la plataforma. Y eso “lo maquillan como algo empoderante, lo llaman empoderamiento femenino”, dice la vicepresidenta de la Federación.

El mensaje de OnlyFans hacia las mujeres, según el análisis de la FMJ, y muy resumido, es: aprovecha tu capital erótico, tu poder, para ganar dinero, mucho y fácil, con total libertad desde tu casa. Lo ha recordado Mónica Saiz —socióloga, investigadora y redactora del informe—, durante la presentación, y ha hecho un repaso por los factores que hacen que la plataforma sea base para las nuevas formas de explotación sexual.

De la precariedad al blanqueamiento de la prostitución

La primera, central, la precariedad laboral y económica de las mujeres jóvenes. Las expertas que han participado en el estudio —Ana de Miguel, Carmen Ruiz Repullo, Bárbara Tardón y Laura Selena Báez— consideran “que la clase social es clave en el incremento de esta nueva forma de explotación sexual, como sucede con el sistema prostitucional en general, afectando de forma extraordinaria a mujeres jóvenes de clase obrera”.

Muchas de ellas, ha recordado Saiz, no tienen trabajo, o tienen trabajos mal pagados, pero incluso aquellas que no tienen una mala situación económica, ven como un camino “fácil” crearse una cuenta en esa plataforma a la que entran “pensando que son solo unas cuantas fotos” por las que ganarán dinero, “pero es un espacio de proxenetismo, prostitución y pornografía” que no lo parece precisamente porque “desplaza las características clásicas” de esos mundos.

Si se habla de la pornografía, “no hay set de rodaje, ni actores, ni productora”, son las mujeres las que “ponen todo, graban con su móvil, en su habitación”; y si se habla de prostitución, “también hay una desindentificación porque no están en calles, clubs o polígonos, están en su casa y piensan ‘nada tengo que ver con esa mujer prostituida, no soy yo’, ellas mismas reniegan de ese estigma”, ha explicado Saiz.

Esa “disociación” del porno y la prostitución tiene que ver con “la cosificación sexual” de las mujeres y “la idea, falsa, de empoderamiento a partir de su hipersexualización”, ha ahondado la investigadora. El discurso de OnlyFans está basado en una versión “modernizada”, y “neoliberal”, de la feminidad, en la que “cada vez es más imprescindible que la hipersexualización se presente como libremente elegida”, según desarrolla el estudio de la Federación. Y añade que así se “difunde la creencia de que una mujer tiene poder cuando un hombre está dispuesto a pagar por verla desnuda”, una “autocosificación sexual” que se da “porque existe una sociedad pornificada”, que es otra de las variables que el análisis califica como “determinante”.

La última es el “blanqueamiento” que se ha hecho desde el principio de esta plataforma, según Saiz. A través del lenguaje, por ejemplo, usando términos como “creadora de contenido”, “camgirls” o “gestores” que desplazan a otros como “prostituta, putero o porno, invisibilizando que lo que ocurre realmente es explotación sexual”. Otra es la presencia en la plataforma de famosas e influencers como Cardy B o Bella Thorne.

Por eso, dice la socióloga que no asocian lo que hacen con la prostitución clásica, “porque esta está asociada con el contacto físico y el mantenimiento de relaciones sexuales, y no con la venta de imágenes y vídeos sexuales”; aunque, también advierte, “hay un paso a esa prostitucional tradicional”, que ocurre cuando las mujeres quedan presencialmente con los hombres con los que chatean en OnlyFans o que son suscriptores de su contenido.

Citas en persona que el estudio engloba dentro de uno de los múltiples daños a los que están expuestas las mujeres que están en esa web, el físico: “Las posibles agresiones sexuales que pueden sufrir en las citas, y al mayor riesgo de agresión sexual que tiene una mujer joven cuando es reconocida por los hombres como ‘mujer de todos”. También hacen alusión al daño social: “El estigma que sufren las mujeres, que mella su autoestima y autoconcepto. De hecho, muchas de ellas llevan a cabo esta labor sin que su entorno lo conozca, elevándose así la percepción de soledad, vergüenza y malestar emocional”. Y a las consecuencias psicológicas, “algunas derivadas de la difusión tecnológica de imágenes y vídeos sin consentimiento, la extorsión o la huella digital”.

Una huella en la que Saiz ha insistido al explicar que OnlyFans “prohíbe explícitamente que los contenidos sean reproducidos por los usuarios, pero se asignan el derecho de modificarlos y reproducirlos ellos de modo perpetuo, es decir, que lo que suben ya no es suyo, es de OnlyFans, y aunque se den de baja, sus fotos y vídeos van a poder seguir siendo difundidos eternamente. Una victimización eterna”.

viernes, 7 de marzo de 2025

¿INVISIBILIZA NUESTRA LENGUA A LA MUJER? Alex Grijelmo, El País 02 DIC 2018

La mujer sufre discriminación y el uso del llamado masculino genérico para unos refuerza las estructuras patriarcales mientras otros invitan a no confundir género con sexo

Una corriente feminista muy presente en los medios asegura que la mujer se siente excluida del llamado “masculino genérico”. Algunas de sus promotoras (sociólogas, juristas…, raramente las filólogas) consideran machista este rasgo de la lengua española y propugnan que en una artificial “lengua cultivada”, certera denominación de Juan Carlos Moreno Cabrera (Diversidad lingüística y diversidad cultural, 2011), se pronuncien duplicaciones como “ciudadanos y ciudadanas”, “españoles y españolas”, “todos y todas”, a fin de evitar la “invisibilidad” de la mujer.

Para aportar nuevas reflexiones sobre este asunto, con otro punto de vista, partiremos de la diferencia entre “significado” y “significante”.

El significante “casa” (es decir, la palabra “casa” pronunciada o escrita) nos hace pensar en la imagen (el significado) de un edificio con puertas y ventanas, tal vez también con chimenea. Al pronunciarse el significante “casa” no se expresan los significantes “ventana”, “puerta” y “chimenea”; sin embargo, todos los conceptos que ellos representan vienen a nuestra mente en el significado cuando oímos o leemos la palabra “casa”. La ideación activada por el significante “casa” incluye esos elementos porque están en nuestra memoria de una casa. Por tanto, el significante “casa” son unas letras o unos sonidos. Y el significado, la idea que tenemos de una casa. Las ventanas y la puerta no están en el significante, pero sí en el significado.

Lo mismo sucede con expresiones como “Estatuto de los Trabajadores” o “Congreso de los Diputados”. Los significantes femeninos “trabajadoras” y “diputadas” no se hallan presentes ahí, pero sí se activan sus significados. Porque, igual que al oír “casa” pensamos en ventanas, conocemos que la legislación laboral afecta del mismo modo a las trabajadoras y que en los escaños se sientan también las diputadas, aunque ni unas ni otras se mencionen. Los contextos compartidos completan, pues, los significados.

Por todo ello, como explican las investigadoras feministas en el uso del lenguaje Aguasvivas Catalá y Enriqueta García Pascual (Ideología sexista y lenguaje, 1995), no hay que confundir ausencia con invisibilidad. Es decir, no se debe confundir “ausencia del género femenino” en el significante con “invisibilidad de las mujeres” en el significado.

Así pues, al analizar el significado de una palabra conviene observar a la vez su sentido (entendemos aquí el sentido como “el significado más el contexto”). Veamos. La palabra “copa” se vincula a bote pronto en una conversación familiar con un recipiente de cristal; pero con un trofeo en la conversación entre futbolistas, o con la parte superior de un árbol si habla un grupo de ingenieros forestales. El contexto de cada caso influye en el sentido que activa el significante en nuestra mente.

El sistema lingüístico del español acoge fenómenos similares en algunos otros supuestos. Por ejemplo, cuando el singular representa al plural del mismo modo que el masculino representa al femenino. Si hablamos de que “este año se ha adelantado la caída de la hoja”, el significante “la hoja” se expresa en singular, pero la representación mental nos hace imaginar una pluralidad de hojas. Lo mismo sucedería con una oración como “tiene mucha afición al naipe” (ante la cual nadie imagina que se experimente tal inclinación por una sola carta). CONTINUAR LEYENDO

miércoles, 5 de marzo de 2025

Entrevista a Pankaj Mishra, ensayista: “Trump y Putin son dos ‘gangsters’ poniéndose de acuerdo entre ellos”.

El ensayista indio, uno de los pensadores que de manera más brillante da voz al sur global, sostiene que la “limpieza étnica” que Israel está ejecutando es el presagio de una nueva cultura de la crueldad y la impunidad. Su nuevo libro disecciona el mundo que viene después de la invasión de Gaza

Pankaj Mishra (Jhansi, India, 56 años) pertenece a esa categoría de intelectuales como Edward Said o Arundhati Roy que utilizan con virtuosismo las herramientas de la cultura occidental para desmontar prejuicios y convencionalismos históricos. Para demostrar que otras partes del mundo, mucho más vastas y pobladas que Europa o Estados Unidos, tienen una perspectiva y una visión de los acontecimientos completamente diferente y propia.

Con un estilo preciso y profundamente creativo, Mishra ha sido capaz, durante una trayectoria de tres décadas, de crear novelas muy premiadas, como Los románticos (2000) o Corre a esconderte (2022), y volcarse además en el estudio de los grandes acontecimientos de la época actual con ensayos que han marcado el debate público, como La edad de la ira (2017), en el que ahonda en los orígenes de la gran oleada de odios que pueblan el mundo, o Fanáticos insulsos (2020), donde analizó por qué se impusieron el liberalismo y el capitalismo anglosajones como única alternativa posible.

Decide charlar con EL PAÍS en una mañana londinense gris y húmeda. El encuentro se produce en los alrededores de Oxford Circus. Mishra tiene hambre, y sugiere ir a comer algo a un restaurante indio muy popular. Apenas tocará su masala dosa, una crepe con relleno de patata y curry muy popular en el sur de la India.

Durante hora y media, hablará con pasión de su nuevo ensayo, El mundo después de Gaza. Una breve historia (de Galaxia Gutenberg, editorial que ha publicado gran parte de su obra), de su relación sentimental y crítica con el sionismo israelí y de su visión de la destrucción de Gaza como el presagio de una nueva cultura de la impunidad. Será el arranque de una conversación que incidirá en otros asuntos, como la crisis de Ucrania, la irrupción de Donald Trump o el ataque de la derecha contra lo que despectivamente llaman lo lo woke para referirse al feminismo, la lucha contra el cambio climático o a la defensa de un discurso razonable frente a la inmigración irregular.

lunes, 3 de marzo de 2025

"TECNOFASCISTAS DE ALTO COCIENTE INTELECTUAL". Delia Rodríguez, El País, 27 FEB 2025

El poder actual en EE UU está obsesionado con diferenciar de forma “objetiva” a los individuos más y menos capaces. Y ya sabemos a dónde lleva eso: a la eugenesia

En noviembre del año pasado, Elon Musk publicó una oferta de trabajo en X. Buscaba a las personas que se encargarían, bajo su dirección, de llevar a cabo drásticos recortes en la administración. “Necesitamos revolucionarios con un cociente intelectual extremadamente alto”, dijo. “Este se convertirá, potencialmente, en el Proyecto Manhattan de nuestro tiempo”, añadió Donald Trump en un comunicado, como si la idea de reunir a los científicos más brillantes para construir una bomba atómica y utilizarla después contra seres vivos hubiera sido un plan sin fisuras. Semanas después, el equipo está en acción, causando el pánico entre los trabajadores públicos. Los medios destacan que emplea a jóvenes ingenieros varones con poca experiencia y menos respeto aún por el conocimiento establecido. El presidente de EE UU siempre ha estado obsesionado con el cociente intelectual (CI), una cifra útil para medir cierto tipo de inteligencia pero que no sirve para valorar todas las capacidades humanas. Aunque jamás ha desvelado el suyo, llegó a decir que es “el más alto posible” y acusó a Kamala Harris o Joe Biden de tenerlo bajo. La semana pasada destacó de Musk que tiene “un CI muy alto” y que “atrae a un tipo de persona joven y muy inteligente”. En 2017 también presumió de haber elegido, “de lejos”, el gabinete con mayor CI jamás reunido.

En realidad hay dudas de que Trump posea un CI alto, pero también de que Musk lo tenga, a pesar de toda la épica futurista que lo rodea. Su biógrafo Seth Abramson ha dicho que él lo estimaría “entre 100 y 110″ (una puntuación media o algo por encima) y que en toda su historia de vida no ha encontrado evidencia de más. De quien sí existen pruebas de superdotación clásica es de Peter Thiel, el milmillonario tecnócrata que más influye ideológicamente en el gobierno actual. El vicepresidente Vance lo describió como la persona más inteligente que había conocido. Obsesionado con detectar el talento e invertir en él, encaja con el arquetipo de nerd: se sabe El señor de los anillos de memoria y fue un joven prodigio del ajedrez. El propio Vance, licenciado en Yale, es un escritor muy capaz que ha superado sus orígenes humildes. En una ocasión bromeó con que escuchar a Kamala Harris le había reducido 20 puntos el cociente. El ideólogo de la nueva derecha reaccionaria Curtis Yarvin fue seleccionado en su adolescencia en un programa de talentos matemáticos, y defiende que los blancos son más inteligentes que los negros por razones genéticas.

La obsesión por el CI del poder estadounidense actual se retroalimenta con ciertas subculturas de internet, ahora más radicalizadas y visibles en X, la red de Musk, desde donde influyen en la opinión pública. “Las pruebas de CI son económicas y resolverían al menos el 60% de todos los problemas. Prueba de CI para votar. Prueba de CI para el seguro. Prueba de CI para el empleo. Prueba de CI para la universidad. Prueba de CI para la segunda enmienda”, leí hace un par de días en mi timeline, sin buscarlo. Esta fijación con el CI, que ocurre mientras la IA se despliega, mezclada con la cultura de la meritocracia y despojada de toda empatía, forma parte fundamental, creo, de la ideología tecnofascista que está exportando al mundo Silicon Valley. Y a estas alturas de la historia de la humanidad, ya sabemos a dónde lleva la obsesión por diferenciar de forma “objetiva” a los individuos más capaces de quienes no lo son. Entre meme y meme sobre la curva de Bell, la eugenesia asoma.

domingo, 2 de marzo de 2025

"ESTUDIANTES POR EL 'HIYAB'". Najat El Hachmi, El País 28 FEB 2025

Participantes en una concentración en respuesta a la

prohibición del uso del 'hiyab' en tres institutos

del municipio madrileño de Parla.

NAHIA PECIÑA (EFE)


Reivindicar el uso del velo, que es fundamentalista aunque las que lo lleven no lo sepan, supone legitimar una imposición patriarcal misógina

Los estudiantes de Parla (Madrid) convocaron una manifestación contra la prohibición del uso del hiyab en los institutos de la localidad, que tildan de racista e islamófoba. Demuestran así que las mujeres musulmanas no podemos confiar en que quienes han crecido en democracia vayan a defender nuestros derechos. Reivindicando el uso del velo preceptivo, un velo que es fundamentalista aunque las que lo lleven no lo sepan, lo que están haciendo es legitimar una imposición patriarcal misógina que pretende que vayamos por el mundo con esa marca, esa cárcel ambulante. Dicen que las alumnas que profesan esta religión y que han salido a protestar en contra de la restricción nos han dado a todos una lección de dignidad. La dignidad, ahora, es defender, difundir y normalizar el sometimiento.

Ninguna mujer se levanta un día por la mañana y decide que no va a salir nunca más a la calle con la cabeza descubierta, que no mostrará a sus compañeros varones ni un solo pelo. A ninguna de nosotras se nos ha ocurrido nunca una idea tan extraña. Tampoco llegamos por nosotras mismas a la conclusión de que mostrando nuestras melenas estamos incitando a la lujuria de los hombres, que por lo que parece tienen una naturaleza tan primitiva que no pueden controlar sus impulsos ante la visión de una mujer “desnuda” según las convenciones islamistas. Esto es, sin el hiyab.

No, queridas, nosotras no hemos inventado estas denigrantes normas de decencia y decoro y no se puede negar la carga simbólica del atuendo y cómo degrada la dignidad de las mujeres. La historia del hiyab es la siguiente: durante siglos, cuando podían encerrarnos detrás de las celosías y apenas veíamos la luz del sol, los religiosos no dedicaban mucho tiempo al asunto. El orden social establecido era lo bastante efectivo como para mantenernos con la pata quebrada, no había posibilidad alguna de conquistar nuestra libertad. Pero llegó el siglo XX, las mujeres musulmanas tuvieron noticias de los avances que estaban conquistando las occidentales y no quisieron conformarse con menos. Accedieron a la educación y a la independencia que da el trabajo remunerado, se pusieron prácticos pantalones y se deshicieron de engorrosos velos. Los padres, los maridos, los líderes religiosos y políticos se estremecieron ante tal revolución. Fue entonces cuando inventaron el hiyab, ese pañuelo ceñido con imperdible que nada tiene que ver con las pañoletas tradicionales. Así que los estudiantes no se manifestaron en contra del racismo, sino a favor de la misoginia religiosa.

"ONLY FANS O CÓMO "BLANQUEAR" UN "IMPERIO DE LA PORNOGRAFÍA Y LA PROSTITUCIÓN". Isabel Valdés, El País

Un usuario consulta la web de OnlyFans Un análisis cualitativo de la Federación de Mujeres Jóvenes hace un repaso por las implicaciones de e...