"Ser chico hoy en día es difícil, es muy difícil". Podría estar de acuerdo con esa frase. Podríamos utilizarla para pensar en cómo es ser un niño o un chico en un mundo en el que la crisis climática amenaza la vida tal como la conocemos y en el que el capitalismo feroz compromete el bienestar de quienes estamos aquí hoy como adultos o como niñxs y de quienes vendrán.
Podríamos, incluso, pensar qué es lo que necesitan los niños y los chicos (en masculino nada genérico) para vivir mejor, para no tener que reproducir un modelo de masculinidad dañino , para independizarse de esas expectativas terribles sobre lo que un hombre debe ser: siempre fuerte, siempre agresivo, siempre activo, nada sentimental, podado emocionalmente, alejado convenientemente de vínculos y cuidados.
El problema es que esa frase la ha pronunciado alguien en un contexto muy distinto y con un propósito muy diferente al de estas reflexiones. Es de Antonio Carlos Serrano, uno de los abogados de los cuatro chicos acusados de violar a una chavala que en el momento de los hechos tenía 14 años. Ellos, entonces, tenían entre 20 y 21. El juicio está siendo estos días en la Audiencia Provincial de València.
Voy a ahorrarme detalles porque, aun sin darlos, el caso ya es tremendo. Estos cuatro hombres están sentados en el banquillo, pero hay testigos que aseguran que hubo muchos más. La chica estaba bajo los efectos del alcohol y, sospechan, quizás bajo alguna droga que alguien le administrara sin su consentimiento.
Antonio Carlos Serrano, sin embargo, a las puertas del juicio, explicó indignado ante los medios que sus clientes estaban "con un miedo espantoso" desde que les imputaron y criticó que la ley ampare que no puede existir consentimiento entre una chavala de 14 años y unos tíos mayores de edad. Y dijo la famosa frase: "Ser chico hoy en día es difícil, es muy difícil. Ser chica no es tan difícil, porque estás protegida". Ya de paso balbuceó algo en contra de la ley del solo sí es sí y del tremendo problema de "desintegración familiar" que tenemos.
Esos cuatro hombres tienen derecho a una defensa y a un juicio justo. Antonio Carlos Serrano tiene derecho a ejercer una buena defensa como abogado. El problema es que eso se sigue confundiendo demasiado a menudo con atacar la integridad y la dignidad de las víctimas, con reproducir estereotipos e ideas falsas o dañinas y con atacar al feminismo e invocar la guerra de sexos.
Seguramente sea difícil ser chico hoy en día. Y el discurso de este señor y la conducta de sus representa no ayuda a que sea más fácil, más bien lo contrario. Porque los chicos de hoy necesitan ejemplos distintos de cómo se puede ser un hombre distinto. Necesitan saber que sus derechos no los ponen en peligro los derechos de las mujeres. Necesitan educación sexual de calidad. Necesitan espacios para encontrarse y para hablar. Necesitan ver a las mujeres como iguales, necesitan tener referentes femeninos.
Para Antonio Carlos Serrano, ser una mujer hoy en día es, en cambio, muy fácil. Tendríamos tanto que contarle... si quisiera escuchar. Tiene tantos lugares donde mirar, donde aprender, tantas historias que atender... si quisiera.
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